... entrada resumida de otra publicada como Frecuencia y probabilidad de nº de orden...
Adenda a la entrada.-
El comportamiento en los ejercicios de examen de las pruebas MIR es función de las circunstancias ligadas a la procedencia universitaria, de las circunstancias que giran alrededor de la "mochila que traen cargada" y lo que ello significa, gobernada por la ley de los grandes números, y por último, función de lo que distingue a cada centro de preparación.
Para acreditar los resultados ante notarioesto último para que de fe de los mismos se le ha de presentar todo el listado de alumnos presentados al examen, desde el principio de la distribución hasta el final de la misma, incluidos por supuesto los que no hayan superado la nota de corte.
La presentación del 100 % obedece a la voluntad de quien presenta la lista de alumnos al notario, y tiene que ser de todos los alumnos matriculados y presentados al examen, y no solo hasta un n° de orden determinado.
Al menos que los centros de formación se hubieran reservado el derecho de admisión solo de los recién egresados sobresalientes, que no llegan a 200 en total, que copan los 100 primeros n° de orden, y sobre todo de los recién egresados con baremo académico de notable alto. Este último subconjunto, que entra masivamente en los 3000 primeros, sería imposible porque son muchos y las becas que dan para atraerlos los llevarían a la ruina.
Lo que ha cambiado en el MIR, desde hace unos años, es precisamente el número de notables altos de los recién egresados de universidades españolas. Producto de las notas de acceso a las facultades. Esos dos subconjuntos, sobresalientes recién egresados y notables altos recién egresados entran masivamente en los 3000 primeros nº de orden, desplazando al resto hacia atrás. En eso consiste la servidumbre de dar el resultado final de la prueba en n° de orden.
Dicho lo dicho, el MIR tendría que hacérselo MIRar.
En ningún país con dos dedos de frente se accede a la especialidad por nº de orden.
Esto, que para muchos es su mérito, está siendo, junto a otras circunstancias no menos importantes, su agonía. Todo el que no esté, "amarrado con cordeles" a su territorio y/o a otras sumisiones personales, escapará del mismo.
¿Qué pasaría si no se homologarán y/o reconocieran los miles y miles de títulos extranjeros que suponen la mayor facultad de medicina de España? ¿Quién atendería el submercado médico no MIR, que son miles y miles de plazas de médicos generales?
El MIR no suspende ni aprueba, ordena, y quien faculta para el ejercicio profesional son las facultades de medicina. Es decir, seis no es igual a cero. Como tampoco existe el continuo formativo sino el contiguo formativo. Quien quiera cambiar eso tiene que cambiar la Constitución, la Ley de Educación, la LOPS, y la Ley de Extranjería, además de sus reglamentos.
Para evitar confusiones, el ministerio de Sanidad y los colegios de médicos, tendrían que dar las cifras de resultados, el uno, y de colegiados, los otros, por procedencia universitaria. No sirve decir que en España hay 200.000 mil médicos colegiados. ¿Cuántos de ellos proceden del sistema universitario español y cuántos de otros sistemas universitarios?
La estrategia de hacer pensar que todos los inscritos y presentados al MIR, son recién egresados de las universidades españolas, es cuanto menos un error, además de faltar a la verdad. Eso parece estar hecho a posta, además con el bombo y platillo de los pájaros del alpiste, que saben que eso no es así. Cómplices de los predicadores. Parece evidente que se hace con la intención de justificar la "necesidad" de meterle las tijeras al numerus clausus. Parece que los predicadores piensan que cuantos menos salgan de las facultades mejor será su futuro. Eso es tanto como echarle gasolina al motor de las homologaciones y sus consecuencias. Motor que funciona mediante procedimiento administrativo y ad libitum. Sin control de declarar previamente su necesidad y mediante un examen previo. El MIR no es ese examen. Una vez homologar se pueden presentar al MIR libremente. Alrededor del 30 % de los presentados son extranjeros afectados o no por el cupo que proceden de otros sistemas universitarios, también una parte de los presentados como españoles están en la misma situación. Son extranjeros nacionalizados o españoles que se fueron a estudiar la carrera al extranjero, en su mayoría escapando del sistema de acceso interno.
Este año ya no he seguido el proceso de acceso a las facultades de medicina y sus sucesivas notas de corte, símbolo y expresión de la intención de mi retirada. Lo seguí durante muchos años. Aquel tablón verde del principio, y el resto en otros formatos que le siguieron.
Si dejas de alimentar tus bases de datos es el principio del fin.
Menos mal que he leído que eso lo van a hacer los que lo tenían que haber hecho mucho antes. Obligándose a ello es posible que terminen aprendiendo lo que es una distribución de ordenación gobernada por la libre concurrencia, según obliga la LOPS. Es decir, se presenta prácticamente quien quiere y no solo los recién egresados, y además los aspirantes son libres de elegir o no, aún pudiendo hacerlo. Es decir, elige quien quiere entre lo que queda por elegir cuando le toca. Si no quiere por las circunstancias que sean no lo hace. El año pasado, por ejemplo, fueron 1347 las incomparecencias voluntarias a elegir antes de agotarse las plazas. ¿Cómo casas la producción de médicos con la necesidad de los mismos en esas circunstancias?
Estos últimos trabajos que estoy haciendo no son otra cosa que los estertores de la agonía. Están hechos adrede, frente a los predicadores, para dejar rastro y que se vean.
Faltarían de hacer todavía las gráficas de años anteriores, para que se vea que el comportamiento por subconjuntos es persistente. Se lleva un pelo de conejo de un año para otro en función del tamaño de los mismos dentro de la población, por tanto de su ponderación dentro de valor de la suma de todos ellos.
En las gráficas he puesto la probabilidad de entrar en los 5000 primeros, pero exactamente igual se puede hacer para los 100-500-1000-2000-3000-4000 primeros, etc.
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