Lo que pasó el año pasado...

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Adenda.- 

1.- Lo primero que hacemos cuando queremos aproximar lo que puede ocurrir este año, en las fases que faltan del procedimiento, es mirar a ver lo que ocurrió, al menos, el año anterior. 

2.- En segundo lugar ver las diferencias normativas del año actual, nota de corte muy inferior fijada en 0,33 netas y un cupo que ha sido fijado en 901 plazas (el máximo posible, 10 % del total de plazas ofertadas), y que se aplica ya en el primer llamamiento.

3.- En tercer lugar aproximar el nº de admitidos que se presentarán al examen, que supuestamente serán más que el año pasado, en el que se presentaron 12.721, de los cuales 8.827 lo hicieron con nacionalidad española, que no quiere decir que todos ellos procedieran de universidades españolas. Sabemos que 855 de ellos procedían de universidades no españolas, además de 3.894 que se presentaron como extranjeros de los cuales 1.811 estaban afectados por el cupo que fue de 526 plazas, el 6 % de 8.768 ofertadas.

4.- En cuarto lugar quedaría pendiente la dificultad del examen, que una vez fijada la nota de corte en 0,33 netas, prácticamente será una variable que deja de tener la importancia que tenía hasta ahora para determinar el nº de los presentados que obtenían nº de orden para ser llamados a elegir plaza. El año pasado de los 12.721 (8.827+3.894) presentados superaron la nota de corte 11.755 (8.522+3.233), quedando por tanto 966 por debajo de la misma, lo que supuso el 7,59 % de los presentados. Así pues obtuvieron nº de orden 11.755 entre los 12.721 presentados al examen.

Aún así el año pasado quedaron 473 plazas vacantes sin elegir en el primer llamamiento de 8.768 ofertadas. En el segundo llamamiento se eligieron 227 de ellas, quedando definitivamente 246 plazas desiertas, todas ellas de Familia. El año pasado en la práctica todo el que quiso elegir pudo hacerlo.

¿Qué ocurrirá este año?

En primer lugar sabemos que hay más admitidos que el año pasado, 15.000 (10.390 como españoles y 4.610 como extranjeros, de los que 1.873 están afectados por el cupo), frente a 13.966 (9.544 como españoles y 4.442 como extranjeros, de los que 2.066 estaban afectados por el cupo).

Es decir, el aumento de admitidos definitivos este año es de 1.034 más (846 admitidos como españoles y 188 como extranjeros, todos ellos no afectados por el cupo). 

Los admitidos definitivos afectados por el cupo este año son menos que el año pasado, exactamente 193 menos (1.873 frente a 2.066), a pesar de haber aumentado el cupo este año hasta 901 plazas en el primer llamamiento frente a 526 plazas que tenía el año pasado.

Hasta aquí los datos del año pasado y los que sabemos de este año.

A partir de aquí, para tratar de aproximar lo que ocurrirá este año, solo caben especulaciones, más o menos razonadas pero especulaciones al fin y al cabo. 

Eso es así porque los datos a aproximar dependen fundamentalmente de las respuestas, en cada fase que falta, de los admitidos desagregados en los diferentes subconjuntos, uno por uno.

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