martes, 1 de diciembre de 2020

Probabilidad individual y general...

... de como el examinador construye, sabiéndolo o no, su propia tabla de Galton. 

Si lo supiera, el resultado final de la distribución de respuestas netas de examen debería de ser más o menos simétrica y platicúrtica, es decir, debiera de tender en su forma a una gráfica tipo arco carpanel. 

El arte del examinador, en un examen de este tipo, estriba en intuir el conocimiento de los examinandos para construir un examen en el que, la dificultad y discriminación de cada una de las preguntas de tipo general, tienda a distribuir los resultados en respuestas netas como si distaran lo mismo unas de otras que los nº de orden, es decir sin empates, de uno en uno. Como eso es imposible con el examen en solitario se incluyó el baremo académico en el resultado final.

En un examen de criterio el examinador conoce a los examinandos, porque los ha tenido en el aula, y solo requiere saber de los mismos si han pasado el criterio o no, y cuanto lo han pasado no para ordenarlos sino para calificarlos en una escala y pasar al siguiente nivel. Poco importa que haya empates entre los alumnos porque esa escala sea corta. 

En un examen de libre concurrencia, que pretende ordenar para elegir entre ya facultados en diferentes centros, y en el que examinador no conoce a nadie, anda a tientas sobre el conocimiento general de los examinandos, por lo que requiere de un instrumento de medición de dicho conocimiento que permita ordenarlos para elegir plaza de forma prevalente, con el mínimo número de empates en el resultado final.

Lo hace con preguntas de carácter dicotómico (cierto o falso), con normas de valoración de las mismas que permitan separar lo suficiente a los examinados. Lo hace a la diezmilésima en su expresión en puntos finales de examen y baremo para poderlos sumar porque partes de dos escalas distintas, convirtiendo al final los puntos totales de la suma en nº de orden.

Cuantas menos preguntas tenga el examen menor será la base de la distribución (menos ancha) y por tanto mayor será la frecuencia de respuestas en determinados intervalos (columnas más altas) a igualdad del número de presentados (Nn), especialmente en los intervalos en los que se encuentren la moda, mediana y media. Eso es lo que tiene que intentar domeñar el examinador, ya que cada nota final sea empate o no, se convierte en un nº de orden, obligando a su sorteo en el caso de que lo hubiera. No lo tiene fácil con 175 preguntas, menos que con 225 y menos aún que con 250 y aún menos con cuatro opciones de respuesta que con cinco manteniendo el mismo valor de los fallos.

Es evidente que habrá distribución, el año pasado la hubo, pero hubo más de 4.000 empates en diferentes intervalos de puntos totales y hubo que realizar más de 1.700 sorteos de nº de orden entre ellos, frente a solo 2 el año anterior. Al aumento de los empates no solo ha contribuido la disminución de las preguntas del examen sino también la introducción del nuevo sistema de baremación que concentra más las notas. 

Nadie ha revisado nada de eso, ni los que lo propiciaron ni los que se fueron después de dejar el desaguisado producido. Hay un vídeo donde decían unos y otros que se haría, pero si te he visto no me acuerdo. Tampoco los nuevos gestores a los que no les ha dado tiempo de nada más allá de asumir una fecha de examen y de pergeñar deprisa y corriendo el texto de la convocatoria con un examen de 175 preguntas y un baremo académico conforme a la última regulación a pesar de que sigue vigente la anterior porque no tenían tiempo de hacer otra cosa.

En el siguiente vídeo se ve como se puede construir una distribución determinada, no necesariamente normal, para ello es suficiente con modificar la forma de disposición de las chinchetas que hacen que las boletas vayan a un lado u otro...
 
Bien, veamos ahora como se ha construido una distribución simétrica leptocúrtica, con la disposición del triángulo de números de Gauss...
La gráfica siguiente es un arco carpanel... una distribución proporcional de las cargas en construcción... lo que se conseguiría con una dificultad del examen que distribuyera las respuestas netas de cada examinado como si fuera una distribución de nº de orden, es decir, sin empates... una distribución simétrica y platicúrtica... de lo contrario la distribución de netas se irá hacia la derecha y se hará no simétrica y leptocúrtica... esa es la servidumbre del examinador y de la prueba porque expresa su resultado en nº de orden. 

Un desideratum en el que unos tiran hacia la derecha (preparadores y preparandos), y el examinador ni siquiera se sabe si es consciente o no de que al convertirse el resultado final en nº de orden su distribución es de uno en uno que manda para atrás a sus iguales, empatados en puntos totales o a sus casi iguales con diezmilésimas menos, tanto más cuantos más se presenten a la prueba ya que la mediana de nº de orden será Nn/2



Bien, veamos ahora lo que el examinador consiguió los últimos cinco años, aquí

Como se puede ver en el vídeo inferior, la forma de la distribución de frecuencias depende del diseño superior de la tabla o distribución de las chinchetas...



1 comentario:

  1. Que tranquilidad tenerle por aqui nuevamente don Jose Maria...me presento por segunda ocasión al mir y es un alivio muy grande saber que podemos contar nuevamente con su opinión y su criterio respecto a todo lo relacionado con el examen del mir...un fuerte abrazo

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