... del resultado del proceso de selección de las próximas pruebas de formación sanitaria especializada...
Adenda a la tabla.-
La tabla está compuesta de dos cuerpos. El cuerpo inferior contiene los datos de todo el proceso de las pruebas de selección del procedimiento administrativo del año pasado 2015/2016.
El cuerpo superior es un "ceteris paribus" del inferior con los siguientes convenios:
1.- En lo referido a la columna Plazas, tintada en gris, los datos son un intento de simulación aproximada de la oferta desagrada por profesiones de la oferta total filtrada de las propuesta de las CCAA y algún dato filtrado por la prensa a cachos por especialidad.
2.- En lo referido a la columna Pliego, tintada en marrón claro, son la simulación que el propio MSSSI se ve obligado a hacer con antelación para poder gestionar las pruebas. Tanto para contratar los trabajos externos de parte del proceso, como para gestionar los internos hasta que se produzca el listado de inscritos a las mismas.
3.- El ceteris paribus realizado significa que he mantenido constantes todas las variables en el caso del resto de profesiones manteniendo incluso el nº de inscritos a pesar del ajuste realizado por el MSSSI, a la baja en el Pliego, de la inscripción probable.
En el caso de Medicina no ha sido así respecto de los probables inscritos, pero sí manteniendo el resto de variables constantes. El propio MSSSI entiende, en el Pliego, que aumentará la demanda, pero entiendo que ese ajuste contiene, por un lado la desviación que hubo el año pasado y por otro el aumento esperado para este año de recién egresados respecto del anterior (+ 310; que se quedaría en + 278 presentados al examen). Ver 2ª tabla de la entrada.
Así pues he simulado a mi aire una cifra de 13.350 inscritos (+ 310 recién egresados que el curso anterior + 106 otros = + 416 inscritos más, dato derivado) y a partir de ella mantengo constantes el resto de variables, como si el proceso se fuera a comportar igual que el año anterior, para poder comparar el uno con el otro. Igual igual será difícil que se comporte aunque lo pretendiera el examinador.
Reproducir literalmente un comportamiento puede ser un deseo pero la realidad siempre encuentra matices para diferenciarse dentro de unos intervalos. Por ejemplo la pirita cristaliza en forma de cubo sin embargo en la realidad veremos formas así o incluso menos puras:
La ventaja es que la realidad la podemos modelar, en eso consiste simular, reproducir comportamientos que se aproximarán a la realidad sin llegar a ser exactamente igual.
PD.- En el MIR, como en la vida, todo es posible pero no igualmente probable.
Con la simulación he jugado a aproximarme alrededor de la diana, puntuación verdadera o esperanza matemática, de lo que previsiblemente ocurriría si tiro muchas veces con el arco. Ver la entrada Fluir.
El MIR es el resultado de un conjunto de comportamientos, el primero de ellos la mochila que traen más o menos cargada los aspirantes del paso por sus facultades, ahí consta no solo lo que les han enseñado sino lo que ellos han aprovechado por su capacidad, por su actitud y hábito de estudio, en definitiva por su capacidad y esfuerzo. Aquellos que piensan que esa mochila la han cargado otros les recomiendo que repasen lo que dice la ley de los grandes números.
En el MIR la correlación entre baremo y resultado del examen no es absoluta porque existe mucho ruido de fondo, es decir, otras variables que perturban esa correlación, y esa es la causa y no otra de que no se pueda ordenar por baremo académico y mantener esa ordenación de por vida. Si se pudiera mantener las pruebas serían un despilfarro de tiempo y dinero, tal y como se puede ver en la gráfica de abajo.
Después del comportamiento previo de los aspirantes, que denomino mochila, está el comportamiento del examinador, que ya tendrá pergeñado el examen próximo. Ese comportamiento es la clave de la esperanza matemática del resto de comportamientos. Si fuera un veleta, si se comportara como una veleta se irían al traste las pruebas. Así de sencillo.
Además esa es la característica más genuina de las pruebas, ese comportamiento se ha adaptado como un guante a la naturaleza de la materia a evaluar para que no haga falta temario. La contrapartida es que aproximadamente la mitad de los conceptos generales, que no el texto de las preguntas, se repetirán. La otra mitad serán conceptos y preguntas nuevos debido a la amplitud y cambios permanentes en la materia y a un deseo de comportamiento necesario para conseguir discriminar, separar, a la diezmilésima entre más de 10.000 presentados al examen. Aún así se dan 20-30-40 empates por intervalo decimal de respuestas netas que los méritos académicos se encargan desempatar.
Ese comportamiento genuino de las pruebas, a las cuales se han de adaptar los examinadores para conseguir ese comportamiento, lo facilita la amplia base de datos de preguntas ya calibradas, y otras encargadas sin calibrar. La tarea del examinador será decidir y elaborar las unas y las otras para conseguir el propósito de las pruebas, que no es otro que ordenar para elegir plaza a los aspirantes en libre concurrencia- Este año aproximadamente la mitad serán recién egresados. Una mitad de la otra mitad aproximadamente serán repetidores y recirculantes, tal vez también por mitades, y la otra mitad aproximadamente será demanda extranjera, de ella la mitad aproximadamente estará afectada por el cupo y la otra mitad no.
El arte del examinador es calibrar las preguntas nuevas y darles forma definitiva, además de redactar de nuevo las ya calibradas por los resultados que tuvieron en pruebas anteriores.
Los otros dos comportamientos no son menos importantes, el de los preparadores y el de los preparandos. Estos dos comportamientos son dos adaptaciones, el primero se ha de adaptar al del examinador y el segundo al de los preparadores. Al final cada uno recibe su parte como esperanza matemática acogida a la ley de los grandes números que es la que gobierna todo el proceso. La variabilidad de los resultados depende fundamentalmente de la actitud y del control emocional de los preparandos. La aleatoriedad se reduce tanto más cuanto más se mantiene a raya el conjunto de circunstancias personales, horarias y diarias, que influyen negativamente en la preparación.
Por último hacer hincapié en el entrenamiento necesario por el formato de la prueba. Leer, comprender, subrayar lo destacable, y contestar generalmente con incertidumbre, a pregunta por minuto. Anotar en libreta los fallos y repasarlos diariamente hasta que los taches por pasar a ser acertados. Priorizar las materias más preguntadas frente a las menos preguntadas, priorizar lo que no se sabe frente a lo que se sabe, aumentar la velocidad de respuesta de las preguntas, reproducir las mismas condiciones que el examen. Una carrera de fondo de siete meses que hace que el conjunto de comportamientos convenga al conjunto de interesados.
3.- El ceteris paribus realizado significa que he mantenido constantes todas las variables en el caso del resto de profesiones manteniendo incluso el nº de inscritos a pesar del ajuste realizado por el MSSSI, a la baja en el Pliego, de la inscripción probable.
En el caso de Medicina no ha sido así respecto de los probables inscritos, pero sí manteniendo el resto de variables constantes. El propio MSSSI entiende, en el Pliego, que aumentará la demanda, pero entiendo que ese ajuste contiene, por un lado la desviación que hubo el año pasado y por otro el aumento esperado para este año de recién egresados respecto del anterior (+ 310; que se quedaría en + 278 presentados al examen). Ver 2ª tabla de la entrada.
Así pues he simulado a mi aire una cifra de 13.350 inscritos (+ 310 recién egresados que el curso anterior + 106 otros = + 416 inscritos más, dato derivado) y a partir de ella mantengo constantes el resto de variables, como si el proceso se fuera a comportar igual que el año anterior, para poder comparar el uno con el otro. Igual igual será difícil que se comporte aunque lo pretendiera el examinador.
Reproducir literalmente un comportamiento puede ser un deseo pero la realidad siempre encuentra matices para diferenciarse dentro de unos intervalos. Por ejemplo la pirita cristaliza en forma de cubo sin embargo en la realidad veremos formas así o incluso menos puras:
La ventaja es que la realidad la podemos modelar, en eso consiste simular, reproducir comportamientos que se aproximarán a la realidad sin llegar a ser exactamente igual.
PD.- En el MIR, como en la vida, todo es posible pero no igualmente probable.
Con la simulación he jugado a aproximarme alrededor de la diana, puntuación verdadera o esperanza matemática, de lo que previsiblemente ocurriría si tiro muchas veces con el arco. Ver la entrada Fluir.
El MIR es el resultado de un conjunto de comportamientos, el primero de ellos la mochila que traen más o menos cargada los aspirantes del paso por sus facultades, ahí consta no solo lo que les han enseñado sino lo que ellos han aprovechado por su capacidad, por su actitud y hábito de estudio, en definitiva por su capacidad y esfuerzo. Aquellos que piensan que esa mochila la han cargado otros les recomiendo que repasen lo que dice la ley de los grandes números.
En el MIR la correlación entre baremo y resultado del examen no es absoluta porque existe mucho ruido de fondo, es decir, otras variables que perturban esa correlación, y esa es la causa y no otra de que no se pueda ordenar por baremo académico y mantener esa ordenación de por vida. Si se pudiera mantener las pruebas serían un despilfarro de tiempo y dinero, tal y como se puede ver en la gráfica de abajo.
Después del comportamiento previo de los aspirantes, que denomino mochila, está el comportamiento del examinador, que ya tendrá pergeñado el examen próximo. Ese comportamiento es la clave de la esperanza matemática del resto de comportamientos. Si fuera un veleta, si se comportara como una veleta se irían al traste las pruebas. Así de sencillo.
Además esa es la característica más genuina de las pruebas, ese comportamiento se ha adaptado como un guante a la naturaleza de la materia a evaluar para que no haga falta temario. La contrapartida es que aproximadamente la mitad de los conceptos generales, que no el texto de las preguntas, se repetirán. La otra mitad serán conceptos y preguntas nuevos debido a la amplitud y cambios permanentes en la materia y a un deseo de comportamiento necesario para conseguir discriminar, separar, a la diezmilésima entre más de 10.000 presentados al examen. Aún así se dan 20-30-40 empates por intervalo decimal de respuestas netas que los méritos académicos se encargan desempatar.
Ese comportamiento genuino de las pruebas, a las cuales se han de adaptar los examinadores para conseguir ese comportamiento, lo facilita la amplia base de datos de preguntas ya calibradas, y otras encargadas sin calibrar. La tarea del examinador será decidir y elaborar las unas y las otras para conseguir el propósito de las pruebas, que no es otro que ordenar para elegir plaza a los aspirantes en libre concurrencia- Este año aproximadamente la mitad serán recién egresados. Una mitad de la otra mitad aproximadamente serán repetidores y recirculantes, tal vez también por mitades, y la otra mitad aproximadamente será demanda extranjera, de ella la mitad aproximadamente estará afectada por el cupo y la otra mitad no.
El arte del examinador es calibrar las preguntas nuevas y darles forma definitiva, además de redactar de nuevo las ya calibradas por los resultados que tuvieron en pruebas anteriores.
Los otros dos comportamientos no son menos importantes, el de los preparadores y el de los preparandos. Estos dos comportamientos son dos adaptaciones, el primero se ha de adaptar al del examinador y el segundo al de los preparadores. Al final cada uno recibe su parte como esperanza matemática acogida a la ley de los grandes números que es la que gobierna todo el proceso. La variabilidad de los resultados depende fundamentalmente de la actitud y del control emocional de los preparandos. La aleatoriedad se reduce tanto más cuanto más se mantiene a raya el conjunto de circunstancias personales, horarias y diarias, que influyen negativamente en la preparación.
Por último hacer hincapié en el entrenamiento necesario por el formato de la prueba. Leer, comprender, subrayar lo destacable, y contestar generalmente con incertidumbre, a pregunta por minuto. Anotar en libreta los fallos y repasarlos diariamente hasta que los taches por pasar a ser acertados. Priorizar las materias más preguntadas frente a las menos preguntadas, priorizar lo que no se sabe frente a lo que se sabe, aumentar la velocidad de respuesta de las preguntas, reproducir las mismas condiciones que el examen. Una carrera de fondo de siete meses que hace que el conjunto de comportamientos convenga al conjunto de interesados.
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