... o la discriminación del examen por cuartiles...
Todos los examinados
Adenda a la gráfica.- Cuanto más corto sea el bigote del diagrama, o estrecha sea una parte de la caja, más apelotonados estarán los examinados incluidos en cada una de las cuatro partes o cuartiles que representa (el 25 % cada cuartil) y al revés. Lo que significa que cuanto más estrecho sea más apelotonadas estarán las respuestas netas y por lo tanto menos discriminativo habrá sido el examen en ese cuartil. Fijémonos por ejemplo en los dos primeros cuartiles del último, que representa la convocatoria pasada, para compararlo con los dos primeros cuartiles de las convocatorias pasadas y se verá que ha sido el menos discriminativo de todos e igual prácticamente que el examen de la convocatoria 2001 primera por la izquierda.
Para que la discriminación del examen MIR se note en los nº de orden, el bigote alto y la primera parte de la caja, cuanto más altos sean mejores nº de orden y cuanto más cortos sean peores nº de orden. ¿Por qué?
Porque los nº de orden van de uno en uno y las respuestas netas de 0,33 en 0,33 y encima los empates en el examen son del orden de 20-30-40 por intervalos de netas según años y partes de la distribución de resultados, y en los nº de orden no se producen empates.
Los nº de orden lo único que hacen es poner en fila, de uno en uno, a los examinados para elegir. Esa es la "servidumbre" del MIR y también su "grandeza" según quien lo MIRe.
Entre dos examinados que saquen 130,00 netas y 130,33 netas no hay diferencia práctica de conocimiento pero si de nº de orden.
Esa es la "servidumbre" a cambio de la "grandeza" de ser el examinado quien elige centro y especialidad.
Esa ordenación y "servidumbre" no sería necesaria, bastaría la nota, estuviera empatada o no, si la "grandeza" de elegir al examinado le perteneciera al centro de formación.
Cada examinado iría con su nota o percentil, y el centro conforme a la opinión de un comité de selección elegiría por esa nota o percentil además de por otros criterios, por ejemplo curriculum y entrevista, entre los "pretendientes" que se hubieran presentado en el centro.
Este sistema de elegir es lo que distingue el MIR de otros sistemas. Un sistema que le "obliga" a hacer un esfuerzo supremo al examinador para conseguir la "paz social" entre los examinados. La "paz social" se consigue cuando la sensación entre los examinados coincide entre "esfuerzo necesario" y "coste" del nº de orden. El nº de orden depende de dos variables, del número de presentados y del grado de dificultad y discriminación del examen.
Es el "arte y parte" del examinador en el examen, ajustar o calibrar la dificultad y discriminación de las preguntas del examen a la demanda total a través de la demanda de cada uno de los subconjuntos de la misma. En la que cuantificar previamente el denominado "grupo control y testigo", y su comparación con el año anterior es hoy la parte fundamental para poder realizar ese ajuste o calibración. A igualdad del resto de las variables cada incremento de cien examinados de ese grupo supone previsiblemente un aumento de una neta en las medidas centrales de respuestas netas del conjunto de la población.
A su vez si ese "grupo control o testigo" no se acerca al 50 % de la demanda total examinada el resto de subconjuntos lo harán y si se mantiene el mismo rigor selectivo, % de nota de corte y % de cupo, la oferta que suponga la mitad del total de examinados no se cubriría.
Esa es la razón ha dado sentido a la modulación que supuso el aumento del numerus clausus y por ende al resto de modulaciones. El 2:1 total que se convierte en el 1:1 final. De ese 2:1 la mitad al menos ha de ser del "grupo control o testigo" teniendo en cuenta que del paso del numerus clausus al grupo "control o testigo" hay un % que se queda por el camino y otro % que opta por no presentarse al MIR.
Medir y conocer esos dos % es fundamental para encontrar el "equilibrio" del que hablan unos y otros. Esa ha sido y sigue siendo la pretensión de este francotirador, porque del "grupo control y testigo" solo sabemos con certeza los dos últimos años (5.541 y 5.224 respectivamente), aunque podemos afirmar que los años anteriores el "grupo control o testigo" no llegó al 50 % de los examinados ni de coña sino que fue inferior.
Quien conoce la cifra exacta es el MSSSI y nadie más, cifra deducible del Modelo 790 por lo que una vez terminado el proceso de inscripción el MSSSI tiene una foto cuasi-fija de cada subconjunto de la demanda a examinar, y por tanto podría ajustar y calibrar la dificultad y discriminación del examen al conjunto de los examinados para que el "coste" del nº de orden no "variara" mucho de un año para otro y contribuyera a la "paz social" de los examinados.
Ese sería el "arte supremo" del examinador. La "pera limonera" de cada convocatoria.
Para que la discriminación del examen MIR se note en los nº de orden, el bigote alto y la primera parte de la caja, cuanto más altos sean mejores nº de orden y cuanto más cortos sean peores nº de orden. ¿Por qué?
Porque los nº de orden van de uno en uno y las respuestas netas de 0,33 en 0,33 y encima los empates en el examen son del orden de 20-30-40 por intervalos de netas según años y partes de la distribución de resultados, y en los nº de orden no se producen empates.
Los nº de orden lo único que hacen es poner en fila, de uno en uno, a los examinados para elegir. Esa es la "servidumbre" del MIR y también su "grandeza" según quien lo MIRe.
Entre dos examinados que saquen 130,00 netas y 130,33 netas no hay diferencia práctica de conocimiento pero si de nº de orden.
Esa es la "servidumbre" a cambio de la "grandeza" de ser el examinado quien elige centro y especialidad.
Esa ordenación y "servidumbre" no sería necesaria, bastaría la nota, estuviera empatada o no, si la "grandeza" de elegir al examinado le perteneciera al centro de formación.
Cada examinado iría con su nota o percentil, y el centro conforme a la opinión de un comité de selección elegiría por esa nota o percentil además de por otros criterios, por ejemplo curriculum y entrevista, entre los "pretendientes" que se hubieran presentado en el centro.
Este sistema de elegir es lo que distingue el MIR de otros sistemas. Un sistema que le "obliga" a hacer un esfuerzo supremo al examinador para conseguir la "paz social" entre los examinados. La "paz social" se consigue cuando la sensación entre los examinados coincide entre "esfuerzo necesario" y "coste" del nº de orden. El nº de orden depende de dos variables, del número de presentados y del grado de dificultad y discriminación del examen.
Es el "arte y parte" del examinador en el examen, ajustar o calibrar la dificultad y discriminación de las preguntas del examen a la demanda total a través de la demanda de cada uno de los subconjuntos de la misma. En la que cuantificar previamente el denominado "grupo control y testigo", y su comparación con el año anterior es hoy la parte fundamental para poder realizar ese ajuste o calibración. A igualdad del resto de las variables cada incremento de cien examinados de ese grupo supone previsiblemente un aumento de una neta en las medidas centrales de respuestas netas del conjunto de la población.
A su vez si ese "grupo control o testigo" no se acerca al 50 % de la demanda total examinada el resto de subconjuntos lo harán y si se mantiene el mismo rigor selectivo, % de nota de corte y % de cupo, la oferta que suponga la mitad del total de examinados no se cubriría.
Esa es la razón ha dado sentido a la modulación que supuso el aumento del numerus clausus y por ende al resto de modulaciones. El 2:1 total que se convierte en el 1:1 final. De ese 2:1 la mitad al menos ha de ser del "grupo control o testigo" teniendo en cuenta que del paso del numerus clausus al grupo "control o testigo" hay un % que se queda por el camino y otro % que opta por no presentarse al MIR.
Medir y conocer esos dos % es fundamental para encontrar el "equilibrio" del que hablan unos y otros. Esa ha sido y sigue siendo la pretensión de este francotirador, porque del "grupo control y testigo" solo sabemos con certeza los dos últimos años (5.541 y 5.224 respectivamente), aunque podemos afirmar que los años anteriores el "grupo control o testigo" no llegó al 50 % de los examinados ni de coña sino que fue inferior.
Quien conoce la cifra exacta es el MSSSI y nadie más, cifra deducible del Modelo 790 por lo que una vez terminado el proceso de inscripción el MSSSI tiene una foto cuasi-fija de cada subconjunto de la demanda a examinar, y por tanto podría ajustar y calibrar la dificultad y discriminación del examen al conjunto de los examinados para que el "coste" del nº de orden no "variara" mucho de un año para otro y contribuyera a la "paz social" de los examinados.
Ese sería el "arte supremo" del examinador. La "pera limonera" de cada convocatoria.
Todos los examinados como españoles y todos los examinados como extranjeros
Caja P75-P50-P25
Todos los examinados como españoles y todos los examinados como extranjeros
Caja P73-P50-P27
Caja P75-P50-P25
Todos los examinados como españoles y todos los examinados como extranjeros
Caja P73-P50-P27
Adenda.- El diagrama de caja representa a todos aquellos examinados que se encuentran en el espacio entre décimas de baremo. Se compone de caja y bigotes. Salvo que se diga lo contrario, por ejemplo en la tercera de las gráficas, divide a los que se encuentran en el espacio entre décima y décima de baremo en cuatro partes iguales en número de examinados en ese espacio. Cada parte representa al 25 % de ellos.
El bigote superior, línea recta superior, es tanto más larga cuanta menor densidad tiene, es decir, cuanto más alejados están los valores de respuestas netas unos de otros. La caja se compone de dos mitades, la línea que divide la caja en dos colores divide al conjunto de examinados en ese espacio en dos mitades, el 25 % para arriba representa las mejores netas o los mejores nº de orden según sea la la primera o segunda gráfica dentro de la caja.
El extremo superior de la caja representa el P75 que significa que por encima de ese límite está el 25 % de los mejores resultados del espacio. El extremo inferior de la caja representa el P25 y significa que por debajo del mismo está el 25 % de los peores resultados y por encima el 75 %.
Por lo tanto dentro de la caja está el 50 % de los examinados con esa décima de baremo dividido en dos mitades. La superior representa la mitad mejor de la caja y la inferior la mitad peor del 50 % central.
Por tanto cada parte del diagrama de caja representa la densidad, discriminación o separación entre examinados del conjunto representado en ese espacio de décima de baremo.
Cuanto más corto sea el bigote o estrecha sea una parte de la caja más apelotonados están el 25 % que representa cada parte del diagrama y al revés. Cuanto más apelotonados estén menos discriminativo ha sido el examen en ese cuartil.
Por ejemplo fijémonos en la primera de las gráficas y podremos ver la discriminación por cuartiles de cada uno de los exámenes que corresponden a cada convocatoria respecto de las demás.
Por ejemplo fijémonos en la primera de las gráficas y podremos ver la discriminación por cuartiles de cada uno de los exámenes que corresponden a cada convocatoria respecto de las demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario