TENDENCIAS DE Nº DE ORDEN

Más reflesiones al hilo del examen:

1ª.- Las plazas se eligen por nº de orden, no por netas.

2ª.- El MIR es un sistema de ordenación, no de calificación.

3ª.- Toda distribución comienza por el nº 1 y sigue, uno a uno, de mejor a peor, hasta el último.

4ª.- Cada MIR las netas necesarias para estar en un nº de orden pueden ser diferentes, se mueven en una horquilla, +/- acotada de incertidumbre, que tiene que ver con la dificultad del examen.

5ª.- El nº de orden tiene que ver con el nº de presentados (si un año se presentan 10000 y haces un examen medio estarás alrededor del 5000 y si el año siguiente se presentan 6000 y haces un examen medio estarás alrededor del 3000 solo por eso el nº sube o baja el mismo % que el nº de presentados)

6ª.- El nº de orden tiene que ver con la dificultad del examen, a iguales netas un año que otro, mejor nº de orden cuanto más difícil haya sido el examen, y al revés, a iguales netas un año que otro, peor nº de orden cuanto más fácil haya sido el examen.

7º.- Las reflexiones anteriores obvian el baremo académico, que también influye, por haber bajado considerablemente de peso en el resultado final (-60% respecto de la situación anterior), y por centrar el tema en las netas que es donde está el meollo de la cuestión en el resultado final.

8ª.- Cuando se sale del examen y se tiene la sensación de muy difícil, se pasa de una situación de malestar los primeros días a una sensación de +/- conformidad en posteriores días, una vez se van sabiendo resultados de netas con las precorrecciones que hacen las academias, al fin y al cabo decimos, el examen habrá sido +/- igual para todos.

Final.- El ejercicio de una pruebas que no tienen temario y que sirven para ordenar en la elección de plaza de formación de especialidad y no calificar (califica para el ejercicio profesional la licenciatura y para el ejercicio de la especialidad la evaluación MIR), ha de procurar tener claros los principios de discriminación y garantizar su permanencia, por naturaleza  de las pruebas, por la continuidad de las mismas, y para premiar el esfuerzo y la capacidad de los examinandos.

De lo contrario no tendría sentido consumir un año de preparación para el ejercicio de las pruebas, podría servir perfectamente un ordenamiento por notas ponderadas de la licenciatura (al ser unas pruebas de libre concurrencia), teniendo en cuenta la media de la promoción, la media nacional de la promoción y la media del aspirante.

Si se quiere examen, para evitar desconfianzas, los aspirantes lo prepararán, aún en el caso de que se adelantara su fecha los aspirantes se tomarían un año para su preparación después de la licenciatura, no olvidemos que es una prueba competitiva para establecer un orden y elegir plaza de formación de especialidad, de forma prevalente, única y exclusivamente.