... en el MIR 2022/2023...
Dos tablas con datos en el encabezado y con puntos de diferente color en el primer cuadrante, que representa el baremo académico en el eje X de abscisas, y el resultado del examen en el eje Y de ordenadas, expresado en respuestas netas del ejercicio de examen.
La primera gráfica representa a todos los presentados al examen con independencia de su procedencia (11.578), repartidos entre los presentados con nacionalidad española (el 75,01 %), que no quiere decir que procedan del sistema universitario español, y los presentados con nacionalidad extranjera (el 24,99 %), que tampoco. De los 11.578 presentados, el 65,04 % fueron mujeres y el 34,96 % fueron hombres.
La segunda gráfica representa a todos los que eligieron plaza (8.348), repartidos entre los presentados con nacionalidad española (el 84,06 %), y los presentados con nacionalidad extranjera (el 15,94 %). De los 8.348 que eligieron plaza, el 67,25 % fueron mujeres y el 32,75 % fueron hombres.
Los que eligieron plaza no fueron todos los que superaron la nota de corte (10.793), sino los que quisieron (8.348), entre los que pudieron (10.339), en el primer llamamiento.
Entre los que no superaron la nota de corte de 37,67 netas (785), el 7,27 % de 11.578 presentados, los que se presentaron con nacionalidad española fueron (289), el 2,50 % de 11.578 presentados, y los que se presentaron con nacionalidad extranjera fueron (496), el 4,26 % de 11.578 presentados.
Hay una parte entre los presentados como españoles que lo son por adquisición de la misma o por presentarse con doble nacionalidad para obviar estar afectados por el cupo, además de los extranjeros no afectados por el mismo conforme a la ley de extranjería, sean UE por naturaleza o por doble nacionalidad, sean residentes SIT 1-2-3 que entre todos ellos ya superan a los afectados por el cupo SIT 4-5. También hay una parte de los que se presentan con nacionalidad extranjera que han cursado los estudios en el sistema universitario español, como también hay una parte presentados como españoles, que siéndolo por naturaleza han salido a estudiar la carrera en otros países, bien porque no pudieron ingresar en el sistema universitario español o por otras razones.
El sistema MIR tiene infinidad de recovecos y gateras interpuestas según sea la conveniencia.
Cuando se dice que no hubo nota de corte en origen y durante muchos años, es verdad, pero es que no hacía falta, la nota de corte era la relación de plazas por presentado. Eso duró hasta 1995. A partir de 1995 hasta el 2000 hubo dos pruebas cada año separadas, una específica para Familia y otra general que también ofertaba plazas de Familia.
A partir del 2001 se volvió a convocar una sola prueba. Hubo unos años sin nota de corte, también es verdad, tan verdad que se podía elegir plaza, y se elegía, con nota negativa, o sin contestar una sola pregunta y presentar la plantilla en blanco y firmada, fueron años que a pesar de eso quedaban plazas sin cubrir. Incluso se eliminó la afección por el cupo a los SIT 4 (visa de estudios)
La nota de corte se impuso en el RD 183/2008 de formación, en su disposición transitoria quinta, primero fue meramente como nota positiva, es decir a partir de 0,33 netas, en la convocatoria 2012 se puso como nota de corte el 30 % de la media de los diez mejores exámenes (MDME), y en la convocatoria siguiente, la de 2013, se puso el 35 % de la MDME, hasta este año que se ha cambiado, tomando como referencia no la MDME sino un % determinado de la media del 10 % de los mejores exámenes, no de los diez mejores.
Las decisiones de preparar el MIR se toman anticipadamente por los aspirantes y por los preparadores. Los cambios de dirección y sentido en la prueba crean incertidumbre y gastos en ambos colectivos, que necesitan saber a qué atenerse con suficiente tiempo para preparar anticipadamente la logística, por eso en tiempos se filtraba la fecha del examen en julio y en el mismo mes se filtraba la oferta de plazas con las que proponían las Sociedades y las que proponían las CCAA.
Solo eso bastó durante muchos años para dar cierta certidumbre antes de comenzar la preparación intensiva, que como he dicho requiere logística y presupuesto previos, por eso la toma de decisiones del propio ministerio es importante para no dar bandazos con cambios, a los que se han de apresurar los preparadores y los que van a concurrir a la prueba con cierta anticipación para afrontar el verano con eficacia, ya que la convocatoria se firma y publica en septiembre, y en ese mes cubre el plazo de admisión.
La fecha del examen no forma parte de la convocatoria ya que se fija oficialmente en el mes de enero siguiente cuando se dicta Resolución nombrando a los miembros de las Comisiones Calificadoras, pero hay mucha intendencia que preparar antes, tanto por el ministerio como por todos los interesados, aspirantes y preparadores. Basta que falle una sola cuestión, de las muchas que hay que tener en cuenta con previsión, para que todo se mueva y te sorprenda, obligando a tomar decisiones sobre la marcha.
Todas las movidas de estos años se han debido a eso, y todavía colean.
Hay que fijar una dirección y un sentido, y asumirlas por quien tiene la encomienda de su gestión...
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