sábado, 12 de febrero de 2022

Sobre los baremos de los méritos académicos y su ruido...

... en el resultado del examen, en los dos últimos años.

No existe, como era de esperar, tal y como se ha visto en la colección de nubes de años anteriores, una correlación absoluta entre baremo académico, se exprese como se exprese el mismo, entre el resultado del examen y el propio baremo académico.

Da igual el peso que haya tenido el baremo académico en el resultado de la prueba. Su función no escrita ha sido siempre la misma, desempatar los resultados empatados del examen, que se han expresado y se expresan en valor particular del examen, que es siempre y en todo caso un número entero (VPE=respuestas válidas*3 - respuestas erróneas). 

Para poder sumar dos números expresados en dos escalas diferentes, el baremo académico y el resultado del examen en VPE, se han de transformar previamente en dos números expresados en la misma escala, y de esa tarea se encargan los factores de corrección expresados en 11 decimales truncados. 

Los baremos académicos y el resultado del examen (VPE), de cada presentado (Nn), se multiplican por el factor de corrección correspondiente, dando lugar a sus puntos finales de baremo y de examen, expresados con 4 decimales truncados, que ya son sumables por estar expresados en la misma escala. Esa suma de puntos finales de cada examinado se convierte en puntos totales del resultado de la prueba, que ordenados de mayor a menor, se expresan en nº de orden, con los que el DGOP llamará, por los intervalos que considere oportuno, a los que superaron la nota de corte a los AAPP, cuando tenga a bien convocarlos. 

Eso fue así porque la convocatoria, con rango de Orden ministerial firmada por la ministra, no ha tenido a bien establecer un calendario, siquiera orientativo. Ni siquiera la fecha del examen quedó fijada por la Orden de la convocatoria. 

Fue fijada posteriormente por otra Resolución del DGOP en su primer resuelvo, y en los posteriores resolvía el nombramiento de los miembros de las Comisiones Calificadoras de cada una de las pruebas FSE. La función de dichas comisiones están reguladas por una Orden de junio de 1989.

Anulado el RD de troncalidad, todas las normas anteriores que derogaba adquirieron vigencia. Todas excepto una. La que se refiere a la regulación del baremo académico, que en su regulación actual convive con su regulación anterior, que no ha sido derogada expresamente. 

Adenda explicativa.- 

En las nubes, cuya misión es expresar gráficamente el ruido, queda expresado el resultado del examen en respuestas netas del mismo. En la escala que tuvo en las mismas en los dos años, 175+10 preguntas. Ese ruido no solo es consecuencia de la libre concurrencia. Libre concurrencia justificada en su día por darle oportunidad a las promociones que había sin especializar en el momento en el que se creó la prueba. Libre concurrencia que se extendió en el tiempo, incluso pasado el año 1995 en el que se traspuso una directiva europea que para poderse cumplir duplicó la prueba conviviendo dos pruebas distintas cada año hasta el 2000 inclusive. Todo ello para dar oportunidad de especializarse a todos los pre95 que no lo habían hecho. Incluso con diferentes OPE´s específicas para ello que duraron hasta 2014 inclusive. 

Pues bien, la LOPS es de 2003, cuando ya hacía aguas la demanda española, y sigue manteniendo la libre concurrencia, no solo a los países que formaban parte de la UE, incluidos Andorra y Suiza, sino a cualquier país que tuviera firmado un Tratado cultural con España. No un Tratado de inmigración sino cultural. La falta de demanda española durante el boom económico de la década pasada aceleró exponencialmente la libre concurrencia extranjera.

La tabla que expresa los datos del resultado del examen vs 200+10 preguntas, la he trabajado así para que sirva de referencia a los nuevos examinados este año en su parte numérica. Su parte gráfica sería igual expresada en 175+10 como fue.

Es curiosamente ese ruido lo que justifica el examen. Si el expediente obtenido en las facultades, representara el conocimiento general adquirido en las mismas, y ese conocimiento perviviera a lo largo del tiempo en las mentes de los presentados, no sería necesaria la prueba, bastaría ordenar a los aspirantes por dicho expediente, pero las gráficas demuestran que ese conocimiento general no pervive en el tiempo.

No obstante, si aún así se ordenara por expediente académico para elegir plaza de residencia, los empates del mimo serían innumerables, convirtiendo el resultado en nº de orden en algo totalmente aleatorio, porque habría que sortear todos los empates entre sí para convertirlos en nº de orden contiguos.

Así que el baremo sirvió y sirve fundamentalmente, en origen y en la actualidad, para desempatar la mayoría de los empates en el resultado del examen, que son muchos menos que los empates en los expediente académicos. 

Además de esa función de los baremos académicos, no escrita en ninguna norma, todavía quedan para desempatar los puntos totales (puntos finales de examen + puntos finales de baremo), tres normas de desempate. 

La primera a favor de quien tiene más respuestas válidas en el examen. La segunda a favor de quien tiene menos respuestas erróneas en el examen. 

Por fin una tercera caso de persistir el empate en puntos totales. La tercera norma es a favor de una letra del alfabeto, resultado de un sorteo del órgano correspondiente de Función pública, para todas las pruebas públicas, distinta para cada año. Orden alfabético que sirve para el primer apellido. Para el resto, incluido el nombre, se sigue el orden previsto en el Anexo IV de la Orden de la convocatoria.

Con todo, a estas gráficas y tablas, les faltaría desagregarlas en los diferentes subconjuntos de partícipes en las pruebas, para ver si el ruido persiste en su intensidad o disminuye.

Seguro que el ministerio, y los que representan a los partícipes, tienen mucho interés en el resultado y se pondrán a la faena. Por que no es cierto que todos los que se presentan al MIR sean recién egresados de universidades españolas como grupo testigo (GT), ni tampoco que los que se presentan como especialistas son los que eligen plaza solamente, según publica el ministerio. De estos últimos se presentan del orden de cuatro, o incluso cinco o seis veces más, aproximadamente, que los que eligen plaza, según sea el año.

Decía Bonillo, en su artículo, que la edad era una variable predictora de nº de orden. Más bien serían las circunstancias ligadas a la edad en lo que representan dichas circunstancias. 

Lo mismo se podría decir del baremo académico como variable predictora de nº de orden. No es el baremo académico propiamente dicho quien determina el nº de orden. Más bien son las circunstancias ligadas a lo que ese baremo académico significa. Baremo académico que está gobernado por la ley de los grandes números, ley que viene a decir que cuantas más veces se mida un parámetro, más se acercarán sus resultados a sus medidas centrales.


Los datos que producen el ruido en las nubes d puntos, cada punto un examinado...





PD.- Para ver con mayor claridad el tablón o la gráfica haz clik con el botón izquierdo encima del mismo, una vez se ha hecho más grande pon el ratón encima y aprieta el botón derecho del ratón. En el cuadro de diálogo que te sale haz clik en el que dice Abrir imagen en una pestaña nueva. Una vez se ha abierto una pestaña nueva en la parte superior, ábrela y pon el ratón encima. Te saldrá el signo (+) que significa lupa para aumentar el tamaño del tablón, haz clik con el botón izquierdo y tendrás mucho más legible el contenido del mismo.

3 comentarios:

  1. D.José María, ¿podría deducirse del análisis de esas dos convocatorias que hay una mayor correlación entre baremo académico y netas en la convocatoria de mayor dificultad comparada?
    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En primer lugar correlación no indica necesariamente causalidad.

      En segundo lugar para afirmar positivamente sobre lo que preguntas tendríamos que convenir que el MIR 2020/2021 fue más difícil que su anterior.
      A la vista de la nube lo que vemos es que una parte de baremos altos obtuvieron peores netas respecto de su año anterior. En ese caso convendríamos una respuesta afirmativa a tu pregunta.

      No es de extrañar, pero para poder afirmarlo taxativamente deberíamos poder desagregar un subconjunto más uniforme en resultados, por ejemplo la nube correspondiente al grupo testigo (GT), que son los recién egresados de universidades españolas que se presentan a la convocatoria del año de su graduación y que se ven muy poco afectados por la nota de corte y entre ellos tan apenas hay baremos mínimos, que hacen de atractores de la función de correlación mandando para abajo la propia función y su R2.

      Ahora bien, es un dicho común en el mundo del MIR, que cuanto más difícil es el examen mejor para ese subconjunto (GT), en realidad el dicho expresa que lo es para los que más se preparan.

      Resumen.- En general cuanto más difícil es el examen de una convocatoria determinada mejores nº de orden en dicha convocatoria, a igualdad del resto de variables, y resulta que las plazas se eligen por nº de orden. Esa es la paradoja del MIR. La lógica de los nº de orden.

      https://gangasmir.blogspot.com/2022/02/la-paradoja-de-los-resultados-netas-vs.html

      Eliminar
  2. Efectivamente, correlación no indica necesariamente causalidad. Y muy de acuerdo con el resto de sus apreciaciones. Su blog es toda una lección de análisis estadístico y adecuada intepretación de los resultados. Y su interés va más allá, se lo aseguro, del análisis concreto de los eventos MIR por mucho que ese sea nuestra motivación inmediata. Por todo eso, D. José María, muchas gracias por su trabajo. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar