...
o dos necesidades distintas de política de gestión en la prueba...
Primera época de 2001 a 2009
Valores absolutos de la oferta y de la demanda
Una oferta creciente y una demanda española decreciente,
en una prueba de libre concurrencia, ¿resultado?...
una demanda extranjera creciente y desproporcionada...
(ley de King o ley de las consecuencias desproporcionadas por los
desequilibrios entre oferta y demanda en los mercados de producción de bienes)
Valores relativos de la demanda
Valores absolutos de la oferta y
de la demanda española desagregada
Valores relativos de la demanda española desagregada
Segunda época 2009 a 2014 y sigue...
Valores absolutos de la oferta y de la demanda
Una oferta decreciente y una demanda española creciente de recién
egresados, en una prueba de libre concurrencia, ¿resultado?...
egresados, en una prueba de libre concurrencia, ¿resultado?...
una demanda extranjera decreciente que a pesar de que tienda a una
disminución desproporcionada por la ley de King... ¿se estabilizará?...
disminución desproporcionada por la ley de King... ¿se estabilizará?...
Valores relativos de la demanda
Valores absolutos de la oferta y
de la demanda española desagregada
Valores relativos de la demanda española desagregada
El futuro inmediato que viene, ¿será así?...
Proyección simulada de valores absolutos de oferta y demanda
Una oferta ajustada 1:1 a los recién egresados españoles...
¿Qué consecuencias tendría?...
¿Estabilizaría la demanda extranjera teniendo en cuenta no solo la estabilización
del 4% de cupo sino también que a menor demanda de afectados por el cupo
más se estira el nº de orden en el que se agota, o acaso se impondrá la
ley de King mencionada, tan propia del comportamiento humano?
¿Y el resto de españoles, recirculantes y especialistas?...
¿Tenderán a estabilizarse teniendo en cuenta las limitaciones establecidas
para recircular y la troncalidad que está a la vuelta de la esquina, o
acaso disminuirán todavía más por ello y tal vez por una posible
mejora del mercado laboral en un futuro inmediato?
del 4% de cupo sino también que a menor demanda de afectados por el cupo
más se estira el nº de orden en el que se agota, o acaso se impondrá la
ley de King mencionada, tan propia del comportamiento humano?
¿Y el resto de españoles, recirculantes y especialistas?...
¿Tenderán a estabilizarse teniendo en cuenta las limitaciones establecidas
para recircular y la troncalidad que está a la vuelta de la esquina, o
acaso disminuirán todavía más por ello y tal vez por una posible
mejora del mercado laboral en un futuro inmediato?
Proyección simulada de los valores relativos de la demanda
Proyección simulada de los valores absolutos de la oferta y
de la demanda española desagregada
Proyección simulada de los valores relativos de la demanda española desagregada
¿Todo esto qué demonios tiene que ver con la dificultad del examen
y con el nº de orden con el que se eligen las plazas?
Tiene que ver y mucho... según se ha explicado en las
entradas anteriores del blog, que pongo aquí por orden inverso...
Corolario final.-
Todas estas diapositivas forman parte de una colección de más de cien que he elaborado estos días, y que vienen a demostrar, las subidas al blog y las que no, que el MIR ha dejado de ser una Liga de primera, segunda y tercera división para convertirse en una Liga de Champions.
La consecuencia de los valores absolutos y relativos de los datos que se han incluido en las entradas son, a igualdad de respuestas netas peores nº de orden, y no es una consecuencia solo de las posibles variaciones totales de los presentados al examen que han sido relativamente pequeñas de 2009/2010 a 2014/2015, sino consecuencia de una mezcla de variables. Una de ellas la dificultad del examen, que resulta cada vez menor, sea real y/o sentida por los examinados en diferente proporción, y la otra, sin tener necesariamente que aumentar el total de presentados, un aumento absoluto y relativo de partícipes españoles recién egresados que portan "mochilas" cada vez más y mejor cargadas aunque la proporción de sus baremos permanezca +/ menos constante dentro de su subconjunto. Mochilas cargadas en bachillerato, en las facultades, en el hábito de estudio, y en la mejor preparación y mayor entrenamiento del examen...
Adenda de reflexiones al corolario final de la serie, y a diversas propuestas de cambio solicitadas en la prueba por docentes y estudiantes.-
Al corolario final.-
Un MIR cada vez más fácil en respuestas netas, con pendientes unitarias de las notas muy próximas en el cuello y tronco de la distribución, lleva inexorablemente a que sea por ello precisamente más difícil en nº de orden. Eso es consecuencia de que su pendiente en nº de orden es siempre igual a uno sea la pendiente entre los puntos totales de los examinados la que sea. Eso es lo que significa la función ordenadora o normalizadora de la prueba para poder elegir plaza de forma prevalente, frente a una lista de resultados expresada en puntos totales que distingue entre diezmilésimas de punto en el resultado final para evitar los empates, y por tanto con pendientes unitarias expresadas en diezmilésimas que son mucho menores que la unidad que es la pendiente expresada en el resultado final en nº de orden. Los resultados expresados en puntos totales que van en diezmilésimas están más apelotanados que los resultados expresados en nº de orden que siempre van de uno en uno, pero las plazas se eligen por nº de orden y no por puntos totales.
Ello significa un MIR cada vez más peleado con uno mismo para estar en el cuello y tronco de la distribución de nº de orden, que es lo mismo que querer estar en la primera semana de asignación de plazas, que llamando a 700 por día equivale a decir en los 3.500 nº de orden, en los que se concentra la mayor demanda sobre la oferta de plazas. El MIR era más difícil en los primeros tiempos porque había mucha más demanda y una oferta menor de 3.500 plazas, y el MIR ha vuelto a se igual de difícil ahora porque es igual de difícil estar en los 3.500 primeros nº de orden para elegir entre esas plazas que son las más demandadas.
Esto es lo que ha traído y trae el equilibrio del numerus clausus y de la oferta de plazas por ser la prueba selectiva, más competencia con uno mismo para conseguirlo y con los demás por el mismo motivo, y aún sería peor si la demanda fuera solo de recién egresados españoles, porque la demanda selectiva española, de especialidad, de lugar y de centro donde cursarla, llevaría a que quedaran plazas desiertas de esa oferta:demanda 1:1 por no quedar todos satisfechos con el nº de orden obtenido.
Por eso, una vez metabolizado el exceso de producción de médicos hace años, pasó lo que pasó en la primera época en que divido el estudio, de la convocatoria 2001 a la 2009. Años en los que coincidió el boom de la oferta de plazas consecuencia del boom económico y de población, con la escasez de recién egresados arrastrada por el grifo del numerus clausus que ya venía de atrás. Luego viene la segunda etapa 2009 a 2014, que ha sido y está siendo, justo del revés.
Todo eso es lo que se ve en las gráficas. Por eso se han tenido que poner en marcha deprisa y corriendo las modulaciones, las incomprensiblemente denostadas modulaciones, que curiosamente son las que han hecho posible por un lado limitar y por otro, esperemos que termine siendo así, estabilizar la libre concurrencia de los diferentes subconjuntos de partícipes, recién egresados españoles, repetidores, recirculantes, especialistas, y extranjeros.
Todo ello para que la oferta y la demanda, no solo de los que se presentan, sino de los que terminan eligiendo plaza, encuentren un equilibrio que permita su selección y ordenación de forma razonable atendiendo a los principios generales de mérito y capacidad, y a los compromisos adquiridos por la ley de extranjería y los tratados internacionales.
¿Cómo resolver que en una prueba prevista de libre concurrencia no sea posible cubrir la oferta con una demanda de recién egresados 1:1?
Produciendo el doble de esa oferta no parece que sea razonable, pero incrementando la demanda extranjera hasta el 45 % y más como ocurrió en las convocatorias 2009 y 2010 tampoco parece que sea lo razonable.
A eso se llegó como consecuencia de lo que pasó en la primera época, fue una medida temporal que convivió con el inicio de una apertura parcial del grifo del numerus clausus, pero en esas vino la crisis económica para demostrar lo difícil que es planificar a seis años vista que es el decalage de tiempo necesario para formar a un médico en la facultad.
Mientras hubo un exceso de demanda nacional, que comenzó a declinar en 1995 con la creación de dos pruebas y por tanto doblando la oferta de plazas que duró hasta el 2000, no hubo problema, mejor dicho, no se detectó el problema a pesar de que parecía obvio lo que se terminaría produciendo.
El problema estalló en la cara conforme se avanzaba en el tiempo desde la convocatoria del 2001 a la del 2009, y curiosamente en 2003 se promulgó la LOPS que ni lo mencionó, no ya en su articulado sino ni siquiera en su preámbulo, es decir, en su declaración de intenciones.
El tiempo ha venido a fijar una relación empírica, demanda:oferta, aproximada de 2:1 en la prueba selectiva para que sea efectivo el cubrir toda la oferta, e incluso supera esa relación si se mide en el momento de la inscripción a la prueba.
¿Cómo se casa esa relación empírica con unos recién egresados 1:1 que durante estos años pasados ni siquiera ha llegado con un 1:0,72 de media en los últimos 14 y unas promociones de médicos anteriores ya especializadas?... se casó con lo que dicen las gráficas, disparándose la demanda extranjera y liberando de la afección del cupo a los SIT 4...
Entonces, ¿cómo llegar al empírico 2:1 sin producir el doble de médicos de los necesarios y sin disparar la demanda extranjera?
Esa pregunta es lo que he venido en denominar la Paradoja del MIR.
Las modulaciones no han sido, y no son, más que un intento de reconducir ese desequilibrio constante año por año... ¿funcionarán in eternum?...
Si no se admitiera que la necesidad del momento queda fijada por la oferta de plazas que hacen cada año las CCAA, que son las que la interpretan y la financian, ¿quién fijaría la oferta, pero sobre todo quién la financiaría si la ha de interpretar el Ministerio según el cambio reciente establecido en la LOPS?...
¿Servirá para eso el nuevo Registro de profesionales que no es otra cosa que una recopilación de otros registros ya existentes y dispersos?...
Si fuera así, y hubiera discrepancia en la fijación de la oferta, ¿quién financiaría la diferencia de plazas en el caso de que fueran más las que hubieran de ofertarse en alguna CA?...
Todo eso dando por supuesto que va a haber "una comisión de artistas" capaz de acertar anticipadamente con la cifra de un numerus clausus a seis años vista que iguale la oferta de plazas que determinarán los centros del SNS, es decir las CCAA y los centros privados...
Si ya de por si eso se antoja una "hazaña" no debemos de olvidar que el problema de fondo no es ordenar a los recién egresados para elegir plaza, si eso fuera nos poníamos de acuerdo y ya estaba, el problema de fondo es que una vez ordenados hay quien de ellos no comparece a hacerlo porque, por las razones que sean, no le interesa una de las plazas vacantes que quedan cuando le toca elegir. ¿Cómo se soluciona eso que antes cuando la demanda multiplicaba a la oferta no se planteaba porque cortaba de sus "natural"?...
¿Cómo lo solucionarían aquellos universitarios que han escrito propuestas de cambio, primero señalando problemas que no son estos y luego planteando propuestas de transformación de la prueba sin entrar en este problema que se señala?... ¿les obligarían a elegir plaza en el nuevo sistema una vez transformado el actual?...
Un sistema de elección única por parte del examinado, como es el español, tiene estos inconvenientes cuando se quiere igualar la oferta a la demanda.
En los países de sistemas de doble elección de plaza, en los que el aspirante después de ser acreditado incluso por Agencias externas espoecializadas, es la demanda la que ajusta la oferta y no al revés. Las Agencias examinadoras no ordenan o normalizan sino que acreditan sin más, y a partir de ahí el acreditado hace "la ruta del bacalao", una ronda de visitas a los hospitales proponiéndose presentando la acreditación y lo que le pidan, y si te cogen bien y sino también.
Si se eliminara la libre concurrencia y la prueba fuera solo para los recién egresados españoles y se consiguiera igualar oferta y demanda 1:1... ¿se les podría obligar a elegir plaza a todos según el orden obtenido hasta cubrir toda la oferta fuera cual fuera la especialidad, lugar y centro?...
¿Por qué nadie de los interesados en cambiar algo o todo del MIR señala la paradoja que supone ese 2:1 empírico frente al "anhelado teórico" 1:1?
He señalado aquí dos escritos, (I y II), que tocan de refilón el fenómeno que señalo y que denomino Paradoja del MIR. En ninguno de las dos sus autores señalaban esa paradoja.
Esas dos reflexiones han venido del mundo universitario, y señalan lo que en él se "siente" como "sistémico" del MIR, una influencia maligna en la formación de los alumnos como médicos generales por la "presión que sienten" de comenzar a preparar cuanto antes el examen MIR.
Este tema de la "influencia" está documentado. En los sistemas educativos de todas las pruebas de libre concurrencia entre alumnos de diferentes centros, fundamentalmente si son obligatorias tipo reválidas y/o pruebas selectivas previas, se ha constatado a la larga esa influencia no solo en el sistema educativo anterior sino también en los colaterales y posteriores, pero no necesariamente ha de ser maligna sino que incluso hay quien piensa y razona que puede ser todo lo contrario.
Curiosamente la colección de trabajos publicados estos días en el blog parece demostrar que la influencia no solo no ha sido maligna sino lo contrario, porque los resultados de los recién egresados españoles en el MIR parece que tienen correlación con lo cargadas que llevan sus "mochilas", y hemos de suponer que algo habrán cargado las mismas en las facultades de origen, además de su capacidad y esfuerzo, seleccionadas previamente por el examen de selectividad y la ponderación de las notas obtenidas durante el bachillerato para acceder al numerus clausus.
Eso parecen demostrar los datos cuanto más los desagregas, que en mi caso ha sido hasta el máximo que he podido y dispuesto, que hubiera sido más y mejor con mejores datos ya que sobre los recién egresados he tenido que simular que todos ellos se presentan al MIR a sabiendas de que hay un % desconocido que no lo hace. Esa es mi interpretación de los datos salvo que un servidor no interprete correctamente las gráficas y sean ellos los que están en la razón y en las razones de pensar que esa influencia sistémica sea maligna.
Tal vez por ello piensen que si la prueba estuviese en sus manos lo pudiesen hacer mejor, o tal vez que pudiesen quitarle ese estigma de influencia maligna eliminando de la prueba el examen y ordenando a los interesados por otro procedimiento. Porque sería impensable que fuera porque quieran aquello de "quítate tu para ponerme yo"... o tal vez sea que piensan, déjame a mi hacer esto que creo que me corresponde a pesar de que te lo encomendaran a ti en su origen y todavía sigues en ello, ya que creo que eso me correspondía y me corresponde a mi... ¿también la gestión de la formación del postgrado MIR o solo la selección para el acceso al mismo?...
Volvamos a la paradoja, ¿cómo resolverían ellos el asunto del empírico 2:1 que permite seleccionar y cubrir la oferta frente al teórico 1:1 que solo permite lo primero?... obviamente se puede solucionar ordenando por baremo académico, ponderado con las medias de cada facultad y la media nacional de las facultades, o simplemente sin ponderar... ¿pero cómo resolverían la elección posterior de la plaza una vez ordenados por el sistema que fuera?... ¿obligando a elegir a todos o dejando plazas desiertas si no fueran elegidas por nadie?... estas sí que son preguntas que esperan respuesta...
El MIR no nació curiosamente para ser una reválida, ni para juzgar a las facultades lo mejor o peor que lo hacen, tampoco nació como una prueba de acreditación interna y externa. La prueba nació por la necesidad sentida por los centros del anterior INP de hacer formación en sus hospitales y de seleccionar a "sus" aspirantes de ahí el sistema de elección único de plaza, porque era el SNS quien promovía y gestionaba la prueba. Por cierto, nunca publicó los resultados aunque los supiera según fueran por cada facultad de Medicina de procedencia... ¿quieres mejor prueba que esa?...
Ahora el MSSSI lleva dos años haciéndolo y parece no haber sentado muy bien a algunos, a pesar de la curiosidad que levanta el asunto o por eso mismo. Incluso el primero de los artículos citados en esta entrada, que no tiene que ver con los siguientes, publica un trabajo con los resultados de once años por facultades de procedencia, pero ¡imagínense!... las facultades figuran en los mismos codificadas y no identificadas por su nombre... ¿por qué sera que figuran sin su nombre y con un número que no hace posible su identificación nada más que para los autores o los iniciados?...
A las diversas propuestas de cambio solicitadas en la prueba.-
A las diversas propuestas de cambio del sistema de baremar el expediente académico, y a otra que solicita fijar su peso.-
No quería terminar sin entrar en un tema que figura en uno de los artículos mencionados como propuesta sobre el sistema de baremar el expediente académico, y que no entré cuando los cité en una entrada por otro motivo.
Si no entiendo mal, los autores del artículo proponen un sistema de ponderación individual para el cálculo del baremo académico, primero atendiendo a la media del expediente académico interesado, segundo atendiendo a la media de cada facultad, y tercero atendiendo a la media nacional, el que sea en base diez simplemente es consecuencia de que sea la base de calificación en las facultades. Ese sistema de ponderación mira, si no estoy equivocado, a una posible utilización como parte sustancial de un posible sistema nuevo de ordenar en la prueba, bien la prueba ordenara solo con ese baremo, bien además del baremo hubiera otra prueba y en el resultado final el baremo académico recuperara mayor peso que el actual.
Sin embargo parece que la propuesta del CEEM de utilizar la base diez en el sistema de baremación MIR no discute el sistema de ordenación actual sino simplemente propone un cambio en la forma de baremar el expediente académico aparte del examen.
Los decanos también se apuntan a la base diez porque interpretan que tiene "más intermedios" que la base cuatro y que por tanto puede "matizar" mejor el resultado final.
Me temo que, salvo error por mi parte, no han entendido que eso que denominan base cuatro no tiene nada que ver con lo que interpretan que es y ha sido su causa.
No es nuevo el querer eliminar el año "perdido" que se utiliza para preparar el postgrado "obligatorio" en que se ha convertido el MIR por ser necesario para ejercer el SNS, a pesar de que el postgrado oficial, el doctorado, compete y reside en las facultades. En ese deseo que duda cabe que ha influido el "cambio de papeles" de ambos postgrados producido en el tiempo.
Por otra parte el intento de ordenar para elegir por el baremo académico ponderado con la nota media de cada facultad y la nota media nacional podría eliminar el posible estigma que pesa sobre el imaginario popular de la posibilidad de que pudiera ser "hinchado" por algunos centros para beneficiar a sus alumnos, porque si se consiguiera eliminar esa creencia en ese imaginario se allanaría el camino para su aceptación y se habría ganado la supuesta batalla por conseguir eliminar ese año puente en el que se interponen las academias, esa "espina" de la universidad.
Los más moderados de todos en sus propuestas actuales sobre el baremo son precisamente los decanos, que por boca de su presidente piden que se quede como está, eso si, que no baje su peso del 10 % actual sino que se quede fijo en ese porcentaje.
Parece ser que se han dado cuenta que el Real Decreto 639/2014 llamado de troncalidad, pero que en realidad regula toda la prueba, contempla la posibilidad de su modulación al establecer su peso en un "máximo" del 10 % de la nota final y no en un 10 % fijo como estaba después bajar del 25 % anterior. Esa mención de un "máximo" da a entender que cabe la posibilidad de que el % de peso lo concrete la convocatoria, al igual que otras modulaciones.
¿Por qué se quiere cambiar el sistema de baremar el expediente académico en el MIR sin un debate previo en el que se puedan analizar las causas que llevaron al sistema actual?
Desde mi punto de vista ese sistema procuró desde el principio dos cosas, primero tenerlo en cuenta en sí mismo con un peso determinado en la prueba, porque la prueba no es una oposición sin más sino que es un paso hacia un título académico y por tanto procede tener en cuenta en su resultado final el currículo académico anterior, tal y como se tiene en cuenta en otro tipo de pruebas o consursos-oposición que no oposiciones. Segundo era necesario como variable para reducir los múltiples empates que se producen en el examen sistemáticamente en todos sus intervalos de notas, pero sin mencionar esa cualidad expresamente en ningún lugar. ¿Qué mejor para desempatar que el expediente académico de la carrera consiguiendo un resultado final hasta la diezmilésima en puntos finales y totales?
Los que conozcan la distribución de los resultados del examen saben que se producen, según sea el intervalo de la distribución, del orden de 20-30 y más empates por cada fracción de respuestas netas que son 0,00-0,33-0,67 que son un tercio del valor particular del examen que siempre es un número entero (VPE=válidas*3-erróneas). Las dos primeras normas de desempate no cubrirían más allá de un mínimo por lo que habría de recurrirse a la tercera norma que es el sorteo. Sorteo que de tener que hacerse por sistema hubiera generado descontento en la mayoría de los empatados a lo largo de los años por dejar a la suerte pura y dura su destino. Así pues un árbitro aceptable que desempatara se hacía necesario y ese fue el expediente académico.
Desde mi punto de vista, esa necesidad se aprovechó para debatir si se introducía una forma de ponderarlo para prevenir la posible tendencia a "hincharlo" o se hacía a "pelo" sin más. Así que lo que optaron fue por ponderar y lo que hicieron fue dividir las calificaciones académicas en los cuatro intervalos ya conocidos y aceptados en el imaginario popular y en el mundo académico, aprobados, notables, sobresalientes, y matrículas de honor. ¿Para qué?...
Para ponderar "igualando" todas las notas intermedias dentro de cada uno de ellos de todas las facultades correspondientes a las calificaciones numéricas que corresponden a cada intervalo. Como hay cuatro intervalos había que darles a cada uno un valor medio y que a la vez discriminara del intervalo anterior y se optó por el valor medio de 1-2-3-4 para cada uno de los cuatro intervalos de calificaciones de origen, de ahí vino el llamado baremo en base cuatro, y no por otra cosa. Ha habido épocas de calificación académica en el sistema educativo solo por letra (aprobado, notable, sobresaliente) y otras solo por número, por ejemplo en base diez que ha sido la de mayor tradición en España.
Por tanto la base cuatro utilizada en el MIR no es nada más que un sistema de ponderación para uniformizar o baremar calificaciones de origen diverso, no solo españolas.
Se eligió ese valor medio para cada uno de los intervalos en ese "igualar" todas las notas de cada uno de los cuatro por separado, y como decimos más arriba ese valor medio fue 1 para los aprobados, 2 para los notables, 3 para los sobresalientes, y 4 para todas las matrículas de honor. ¿Podía haber sido otra media?...
Podía, por ejemplo 6-8-9,5-10, pero alguien decidió utilizar el que conocemos, supongo que porque discrimina más entre intervalos y eso contribuye precisamente a lo que desea el mundo universitario, el "premio" o mérito a su labor formativa. Pero otra vez la ley de los grandes números centra no solo las calificaciones sino a nosotros mismos, al final ¿cuantos sobresalientes, notables, y aprobados tenemos en una promoción de aspirantes en un MIR?...
En la última convocatoria MIR 2014 los sobresalientes, incluidos los que salen con esa nota por contarles la tesis doctoral, han sido 224 (el 2,07 %) en el conjunto de 10.801 presentados al examen incluidos los baremos de 2.956 extranjeros en esos 10.801; 3.152 notables (el 29,18 %), y 7.425 aprobados (el 68,74 %), y estos son +/- los % aproximadamente en cada convocatoria.
Así pues, desde mi punto de vista, esta fue la forma en que se llegó a interpretar el asunto de la necesidad de ponderar el baremo como si "todas las facultades españolas fueran una sola" para "ponderar" la diferente manera de calificar dentro de cada intervalo que pudieran tener esas facultades. La pregunta siguiente parece que sería, ante las propuestas de cambio que se realizan, ¿habría que ponderar también, por las mismas razones, si elegimos la base diez para calcular el baremo académico?...
La respuesta cualitativa obviamente es que si, porque de lo que se trata es de evitar la posibilidad de "hinchar" los expediente académicos o de que alguna facultad pueda ser acusada de ello, justificadamente o no.
Una vez respondido cualitativamente, solo quedaría decidir el valor medio a asignar a cada intervalo de calificaciones en lugar de 1-2-3-4, por ejemplo los que si incluían en un párrafo anterior, 6 para todos los aprobados, 8 para todos los notables, tal vez 9,5 para todos los sobresalientes, y 10 para todas las matrículas de honor. Al final la única diferencia sería la diferente relación de discriminación que hubiera entre la valoración actual de la media de cada intervalo con la nueva que se propusiera. ¿Por qué entiendo que se eligió una en lugar de otra?...
Por su sencillez y por su salto de discriminación entre intervalos, distinguiendo por números lo que distingue el imaginario popular y académico al hablar de aprobados, notables, sobresalientes, y matrículas de honor. Números porque al final se han de convertir en puntos sumables a los puntos del examen en el reparto asignado de participación a uno y otro en el resultado final.
Todo eso por que la prueba es de libre concurrencia, por tanto hay todo tipo de bases de calificación en los certificados presentados por los aspirantes, sean calificaciones en letra, calificaciones en número de una u otra base, que eso sí que son bases de cálculo y no sistemas de ponderación entre calificaciones procedentes de diferentes facultades y de diferentes sistemas de calificación.
El sistema elegido simplifica las cosas, premia o discrimina los saltos entre un intervalo y otro, es decir elimina precisamente y no consolida los matices subjetivos entre diferentes calificadores, ha funcionado y funciona para todo tipo de calificaciones provengan de donde provengan, tengan la base de calificación que tengan, letra o números, base diez o veinte u otras, y ha conseguido y consigue una precisión suficiente de discriminación y ponderación que se ha demostrado en el % de mantenimiento de sus medidas centrales en el tiempo, independientemente de su origen de procedencia (véase la primera gráfica).
Como se ve en esa gráfica, las diferencias del bigote superior en la primera época del período estudiado, se deben a una mayor puntuación de la tesis doctoral que en la segunda época, pero las cajas que expresan los valores del espacio intercuartílico son parejas de un año para otro, y demuestran la bondad del sistema por la inexistencia de diferencias entre los resultados de los baremos entre españoles y extranjeros.
Así pues, como decía anteriormente, si se ha de "ponderar" el expediente académico, y es obligado hacerlo en una prueba de libre concurrencia de diferentes centros de formación hay que ponderar para "igualar" a los calificadores de diferentes facultades evitando que se puedan "hinchar las notas por las razones que sean" en unas u otras, así pues lo único que cabría discutir es el valor medio dado a cada intervalo de los cuatro. Porque al final es esa nota la que multiplicaría al número de créditos del intervalo y por tanto el producto de esos créditos por la media del intervalo, van e irían, en el numerador de la fracción, y en el denominador el número sería la suma de créditos, pero luego en su procedimiento de transformación en puntos (10/media de los diez mejores baremos), los diez mejores se habrían hallado por el mismo procedimiento.
Por lo tanto la única diferencia de uno u otro sería la de relación entre los valores elegidos para igualar los diferentes intervalos entre una base y otra. Discrimina más los valores de media del sistema actual entre intervalos remarcando las diferencias entre los mismos, precisamente porque lo que se trata de evitar son "los matices" de los distintos calificadores, según procedencia, dentro de cada intervalo, igualando las calificaciones de cada intervalo y remarcando sus diferencias.
Justo lo contrario que proponía el presidente de los decanos, si no recuerdo mal, justo para evitar la presión a la que se podrían ver abocados para "hinchar" las notas si no se ponderaran en el MIR.
Por otra parte si se aceptara un sistema de ordenación por expediente académico para eliminar el "año perdido de preparación" y no se pondera entre intervalos de notas sino con las notas medias de cada facultad y con la media nacional para utilizarlo en el MIR sería "imposible" de gestionar de forma inmediata para eliminar ese año porque deberían de estar listas las medias justo al terminar el curso, y difícilmente lo estarían porque sería necesario primero no admitir notas de convocatorias de septiembre, segundo esperar que un organismo oficial fijara la media de cada facultad y la media nacional, y se publicaran oficialmente ambas, bien fuera para que llegaran a tiempo si se usara en el MIR actual (finales de septiembre), bien fuera para que se pudiera publicar la lista que sustituyera al MIR actual que lo consigue en febrero-marzo siguientes. ¿Cuántos meses de diferencia conseguiría ese organismo oficial en la publicación de los listados de ordenación de baremos ponderados del expediente académico para elegir plaza?...
Suponiendo que lo consiguiera al mismo tiempo, o antes, ¿conseguiría la misma, mayor o menor aceptación entre los afectados que el sistema actual de ordenación?
La petición de baremar en base diez ya la efectuó un servidor en su día y tuvo que recular por dos razones, por la imposibilidad de llegar a tiempo para poderla tener en cuanta en la prueba de cada año, y por considerar que discriminaba más los saltos el sistema actual igualando los intervalos en las distancias 1-2-3-4. La forma de baremar actual, como la prueba, no es perfecta pero cumple la misión prevista con la equidad posible, es factible en el tiempo e "iguala o pondera a la media" las calificaciones dentro de cada uno de los cuatro "intervalos" clásicos de notas entre facultades.
Esa equidad está gobernada tal y como decía por la ley de los grandes números que tienden a las medidas centrales. Al final el baremo académico MIR es una ponderación de los múltiples exámenes realizados y calificados por todos y cada uno de los alumnos, en cada asignatura, en cada curso, y por seis cursos en cada facultad. El resultado final de esa ponderación es la ponderación previa que hicieron todos y cada uno de los profesores previamente y al final se remata con la ponderación que se realiza en el MIR cuya misión es igualar por intervalos a los aspirantes que son de diferente origen por ser una prueba de libre concurrencia.
Así pues el baremo MIR es un cúmulo de ponderaciones y no será tan malo cuando refleja correlación, tanta más cuanto más cercano es el examen al finalizar la licenciatura o el grado. Es además práctico, es posible, y lo puede manejar el gestor de la prueba sin mayores problemas que su coste económico y de tiempo. Por último, el certificado de calificaciones solicitado al aspirante, puede ser emitido por la secretaría de la facultad correspondiente antes de la inscripción en la prueba a finales de septiembre porque le constan si ha terminado o no todas las asignaturas y si ha pagado o no las tasas de expedición del título.
Además al ser propio de la prueba MIR, no entra en otras normas de baremación de cada una de las universidades, sean para sí mismas, o entre diferentes distritos universitarios. Es decir, convive con otros sistemas de baremación y no pretende cambiarlos.
Por otra parte cualquier sistema de baremación que se proponga ha de atender a solucionar la manera de baremar a todos los partícipes, provengan o no de un sistema que califique en base diez o en cualquier otra base, o en letra, ya que la prueba es de libre concurrencia.
Existe una tercera opción para superar el problema de necesitar un organismo oficial que calcule y publique las medias por facultades y nacional que plantean los autores de los dos artículos. Aceptando que el resultado final de la prueba sea la suma ponderada del resultado de un examen más el resultado de un baremo académico, ponderar por parte del gestor de la misma en primer lugar los resultados de los expediente académicos, en función de esas medias por facultad y nacional, con los datos aportados por los demandantes, y en segundo lugar ponderar los resultados del examen con los resultados del baremo académico, buscando unir una especie de resultado "natural" en función del baremo.
Parece evidente que lo que buscan en realidad es ordenar por baremo reduciendo el máximo posible el valor individual del examen y ligando la ordenación al currículo académico, olvidando que la prueba es de libre concurrencia, no solo entre diferentes y múltiples países (hasta más de cien) sino también entre españoles de diferentes promociones académicas, y el tiempo transcurrido entre el egreso y la prueba "penaliza el efecto memoria" una media de cuatro respuestas netas por año transcurrido, y su propuesta todavía les penalizaría más.
¿Qué sentido tiene si no poner un examen sino primar su valoración realizada en ese momento y no con anterioridad y que solo es para ordenar para elegir plaza entre médicos ya calificados previamente por sus facultades de origen, y por lo tanto pensando en "primar" su preparación?
Una cosa es ponderar el baremo académico por provenir de diferentes centros de formación al participar en una prueba única, y otra muy diferente ponderar el resultado del examen único con un baremo previamente ponderado, eso ya lo hace precisamente el examen en sí mismo, y el resultado de eso es curiosamente "el ruido de fondo del MIR" o la falta de correlación de algunos baremos académico con el resultados del examen, y que curiosamente lo que tratan ellos de conseguir, castigarlo mediante una segunda ponderación entre el resultado del examen y del baremo, ya lo consigue en buena parte la bajada del "peso" del baremo académico en el resultado final de la prueba.
Mira por donde lo que tratan de evitar (I, y II) lo consiguió en buena parte, y más cosas aún de una tacada, la bajada de peso del baremo realizada en su día, del 25 % al 10 %, y que tan incomprendida fue entonces y todavía en los medios académicos. Esa bajada, y la posibilidad de hacerlo más todavía que establece el RD 639/2014, consigue precisamente lo que proponen, tal y como demuestra el trabajo del último link del párrafo anterior y segundo de este.
A la propuesta de implantar un temario fijo en la prueba.-
Tiene cierta lógica buscar una seguridad de los contenidos a preguntar en cuanto a las materias que han de figurar en las preguntas el MIR. Desde el principio se tuvo en cuenta eso pero de forma sui generis porque la materia a evaluar se encuentra en permanente revisión.
Los originarios, según escribieron en su día, establecieron un "temario interno" con un "refrito" de todos los "programas formativos" de todas las facultades de Medicina existentes en ese momento. De ahí partían las materias que nutrirían las preguntas del "banco de preguntas" del que iban saliendo los cuadernillos de examen.
Nunca se ha tenido un temario fijo porque la materia objeto de examen se encuentra en permanente revisión y actualización. Como prueba de ello véanse las múltiples ediciones de los más prestigiosos manuales de Medicina general.
Desconozco si se sigue haciendo así todavía o la inercia domina la cuestión. Fijar un temario no cumpliría la concreción que entiendo que se pide porque los temarios en sí mismos son títulos de temas generales tal y como ocurre en otras pruebas equivalentes y oposiciones. Otra cosa es que haya profesiones que se alimentan de materias que por su naturaleza son menos susceptibles de revisión por estar más consolidadas y haber adquirido mayor estabilidad.
Los posibles inconvenientes que pueda generar la falta de un temario se solventan, en el caso español, con la posibilidad desde sus orígenes de sacar el cuadernillo del examen junto con una copia de la plantilla de respuestas por parte de los examinados. Eso que entiendo que se dio para poder efectuar por parte de los interesados una revisión inmediata y transparente del resultado de su examen una vez se publican las plantillas de respuestas oficiales, ha constituido una característica propia de la prueba, que ha servido para que los centros de preparación urdieran una metodología que priorizara aquellas materias y conceptos más preguntados, lo que ha dado curiosamente una cualidad al propio examen, cualidad que denomino "acotación del área de incertidumbre o también del intervalo de incertidumbre si lo medimos en sus medidas centrales".
Esa cualidad ha consolidado el comportamiento del examinador y de todos los interesados y afectados, constituyendo la característica más propia del MIR español junto con la elección única, porque aproximadamente la mitad de los conceptos preguntados se han preguntado anteriormente independientemente de cambia la redacción de la pregunta e incluso algunas respuestas. Esa repetición tiene que ver con su importancia general y con otras circunstancias, y determina cierto comportamiento de reiteración y entrenamiento en los preparandos para asentar esos conceptos, lo que hace que sea en parte similar a un temario sin cubrir todos los conceptos inabarcables de la medicina.
Otra prueba más de la correlación entre baremo y examen, y de que
el menor peso formal del baremo sirve para ponderar "el ruido de fondo"
producido por aquellos casos con peor relación de examen respecto de su baremo.
Curiosamente la nota de corte gira alrededor del P27 donde comienzan a ser más
las respuestas erróneas que las acertadas y la relación estudiada a disminuir para
caer en picado conforme se acerca al final de la distribución de puntos totales.
Corolario final a las propuestas de cambio en la prueba, en general, y una propuesta con causa por mi parte para hacer el examen del examen, una vez más.-
¿Por qué todas las propuestas de cambio del MIR van justo en contra de las que entiendo que son las cualidades más genuinas y propias del MIR?...
¿Acaso soy yo el "ciego" que no ve más allá de un palmo de sus narices?...
Sobre el baremo académico curiosamente la bajada de su peso en la nota final no solo no ha sido una pérdida de peso real sino que ha centrado el valor en su verdadera naturaleza, que no es su permanencia sin más en el tiempo de un profesional, tal y como ratifica su correlación y su ruido de fondo en la prueba, ver aquí ambas cosas y aquí sobre las consecuencias de su diferente peso, no precisamente malignas con menor peso porque ello se acomoda al ruido de fondo.
En cuanto al asunto de fijar un temario, entendería que buscando mayor seguridad respecto de los temas a preguntar y de la forma de preguntarlos se pidieran más preguntas de reserva y una revisión más precisa de las preguntas dudosas de anulación, con una metodología adecuada a ello por ejemplo calculando sus funciones de probabilidad, información y discriminación que curiosamente determinan la calidad de cada una de las preguntas, pero... ¿mejoraría esas funciones la introducción de un temario?...
Me temo que lo que originaría sería mayor inseguridad jurídica a los partícipes en la prueba por aumentar la posibilidad de pleitear sobre si eran galgos o podencos que les daría el temario general y no concreto y específico porque no puede descender a serlo.
Sin embargo si que podría ser conveniente que para anular una pregunta no se hiciera a "peso" en función de las reclamaciones recibidas porque si la anulan supuestamente mejora la nota final del reclamante, sino que sería conveniente fijar unos criterios de anulación aunque no fueran necesariamente normativizados pero si implementados por la Comisión Calificadora. Por ejemplo existen procedimientos matemáticos para poder hacer eso como se especifica más arriba.
Lo que me cuesta de entender es que los interesados en la prueba no concreten lo que entiendo que se debería de pedir, el examen del examen y su publicación, pregunta a pregunta y en su conjunto... ¿acaso desconocen como se hace eso?...
Aún entiendo menos que eso no lo pidan los docentes, porque hay una disciplina académica que se ocupa de ello. Tal vez sea porque eso centraría técnicamente el debate necesario pero serviría para comprobar que el modelo se ha consolidado por algo, cuando lo que tratan en realidad es tener una influencia de otra naturaleza en la prueba.
Ese examen del examen serviría, no solo para centrar académicamente el debate del MIR, sino para mantener en forma en el tiempo al examinador... una tensión selectiva del mismo, de la misma naturaleza que la tensión selectiva a la que se ven impelidos los examinados... precisamente para conseguir que el examen se centre en un intervalo de incertidumbre acotado... y se adquiera la seguridad que se busca... que todos los afectados sepan lo más preciso posible "a qué palo quedarse porque no se salga de madre o se vaya por los cerros de Úbeda"...
Que alegria ver sus publicaciones e nuevo. Saludos Gangas. Agradeceria si me puede informar que se acepta llevar y no llevar al examen MIR. Por ejemplo se pude llevar lupa para poder apreciar mejor los trazados electrocardiograficos?.
ResponderEliminarQue yo sepa no está prohibido llevar una lupa.
EliminarGracias.
ResponderEliminarHola gangas!! Q gusto saber q sigues por aqui... yo ahora entro al.blog despues d varias semanas... d hecho desde q empeze la residencia..y bueno tengo q confesar q no me gusta lo q hago, como alguien dijo por ahi no soy feliz haciendo Mfyc. No llena mis expectativas.. si fuera la especialidad deseada no me importariaan los desvelos d guardias ni del dia a dia...al fin y al cabo valdria la pena por q es lo q realmente me llena... y siento q estoy perdiendo mi tiempo cuando podria estar preparando el mir...yo no tengo nada en contra con la especialidad como tal! Al contrario mis respetos ya q es una especialidad q lo abarca todo y tales especialistas se saben todo d todos!! En fin que me estoy planteando dejarla pero temo sacar un numero igual o peor q este año q solo me permita coger familia otra vez... y claro ahi tendria q cogerla si o si por lo de las penalizaciones!! Y bueno mi duda es la sgt. Si doy el mir q viene 2016 y ha pasado esto d sacar un numero igual o peor pero no me presento a recoger la plaza cuenta como penalizacion..?? Y claro para el 2017 ya me presentaria mucho mas preparada y dios mediante pueda coger ahi lo q quiera!! Ganagas gracias x estar siempre ahi!! Tu la bor es impagable, q Dios t dé mucha salud!!
ResponderEliminarSi renuncias tu plaza y lo haces por escrito, te quedas con una copia registrada del mismo, y cuando te inscribas al MIR lo presentas, 1º podrás presentarte, 2º te habrá corrido una de las dos renuncias para ser penalizada.
EliminarSi te presentas el próximo MIR, después de renunciar a tu plaza, y no eliges plaza porque no te interesa lo que puedas elegir con tu nº de orden, no tienes una segunda penalización porque no has elegido, por lo tanto podrías presentarte al siguiente MIR en el que se supone que ya estarán en marcha la oferta de plazas troncales, aunque esto último está por ver pero esa es la intención del Ministerio, conseguir llegar a tiempo para la convocatoria 2016/2017.
Vale, gangas gracias x tu respuesta!! Entiendo pero me surgen dos dudas, perdona por ser tan pesada!! Es. Q no se a quien mas acudir :( pero respeto tu voluntad si de pronto no quieres responder pq ya habeis respondido a estas pregintas en otras entradas!! Y bueno he aqui mis dudas: 1. Lo d la penalizacion es de dos veces si cojo y renuncio a la tercera q intente dar el mir ya no me dejaran?? Y 2. Saber si finalmente lo d la troncalidad me beneficiaria si acabo famiia? O me perjudica xq yo quiero una especialidad medica !! Como va esto?? Bueno estimado gangas!! Es un gusto d verdad q podemos seguir contando con usted!! Yo no se d q manera podriamos retribuir lo q ha venido y sigue haciendo por los mires pre, post y los q ya estamos en el.mundillo d resis. Mil gracias
ResponderEliminarArt. 37 del RD 639/2014.-
Eliminarhttp://www.boe.es/boe/dias/2014/08/06/pdfs/BOE-A-2014-8497.pdf
Artículo 37. Medidas correctoras para garantizar la equidad.
1. Quienes hayan obtenido un título de especialista, cualquiera que sea el
procedimiento por el que se obtuvo, no podrán optar a una plaza de la misma especialidad.
2. Quienes ostenten un título de especialidad adscrita a un tronco tendrán
reconocido el periodo de formación troncal que en cada caso corresponda por lo que no podrán cursar dicho periodo troncal cuando accedan a plaza en formación de una especialidad del mismo tronco.
3. Los adjudicatarios de una plaza en formación que no tomen posesión de la misma o que abandonen la formación después de ser adjudicatarios, en dos convocatorias en un periodo de cinco años desde la primera adjudicación, solo podrán participar en una nueva prueba selectiva una vez concluidos los procesos selectivos correspondientes a las dos convocatorias anuales posteriores a la última en la que se le adjudicó plaza.
4. En las convocatorias anuales de pruebas selectivas para el acceso a plazas de formación sanitaria especializada podrá preverse la adopción de otras medidas que favorezcan la incorporación a la plaza adjudicada y la conclusión del periodo formativo en la especialidad que se esté cursando.
A tal fin, en las citadas convocatorias podrá preverse la elección previa de especialidad para los aspirantes que ya son especialistas, o la renuncia previa para los que estén desempeñando plaza en formación por el sistema de residencia y pretendan participar en otra convocatoria. La acreditación de encontrarse en alguno de dichos supuestos se llevará a cabo a través de la solicitud de participación en las correspondientes pruebas selectivas.