... de tal manera que puedas pensar si es probable o no. De paso te enteras de como anduvo la cosa los dos años anteriores y como puede andar en el actual como aproximación.
El tablón consta de tres tablas, las dos de la derecha del observador fueron los dos MIRes anteriores. La primera columna desagrega los partícipes por subconjuntos, la segunda expresa los resultados por subconjuntos, la tercera expresa la elección de plazas de cada uno de ellos, las dos siguientes expresan el % de elección dentro del subconjunto y la siguiente el % que ese subconjunto supuso en el total de plazas adjudicadas. En el zócalo de cada tabla figuran sumatorios y saldos.
La tabla de la izquierda del observador representa el MIR actual en la que se ha simulado la parte de elección de plazas por subconjuntos, con su correspondientes % de elección y adjudicación como si todas las plazas se fuesen a adjudicar en el primer llamamiento, que es realmente la incógnita.
Fijaos bien en un dato. El año pasado de 8188 plazas ofertadas se cubrieron 7970 en el primer llamamiento, que suponían el 80,25 % de los 9932 partícipes. Este año si se cubrieran todas las plazas ofertadas (8550) supondrían el 79,22 % de los 10793 partícipes. Pero si lo calculamos con la demanda efectiva los % quedaron en 85,10 % el año anterior y éste en el 82,70 % Esa diferencia suponen 205 plazas que se podrían quedar en el aire de portarse igual que el año anterior. Si nos fijamos en lo que ocurrió hace dos años la demanda efectiva fue de 9295 para 7988 plazas con un 85,75 % de cobertura (este año hubo llamamiento único). La demanda efectiva teórica descuenta de la demanda total los "huecos" de la misma, es decir, aquellos afectados por el cupo con un nº de orden peor de aquel en que se agota el mismo porque ya no pueden elegir.
Esa ha sido la razón, y no otra, de los cambios que se han producido en la convocatoria para aumentar la demanda respecto de la oferta para que no queden plazas vacantes sin cubrir, la bajada de la nota de corte mediante dos cambios en la misma (el % que pasa del 35 % al 25 % y la referencia para su cálculo, que ya no son los diez mejores exámenes sino el 10 % de los mejores), el aumento del cupo del 4 % al 6 % y la posibilidad de un segundo llamamiento, de quedar plazas por cubrir en el primero, para todos aquellos que no hubieran elegido en el primero, no solo para los del cupo, con una sola excepción, que hubiera una renuncia a participar en la elección de plaza de forma expresa (por escrito), que difícilmente se va a dar porque basta con no acudir a hacerlo.
La prueba es de libre demanda de presentación y de libre demanda de elección sin penalización, ni durante el proceso de elección de plaza, ni durante la toma de posesión, ni posteriormente durante la residencia hasta su terminación. Solo elige, entre los que pueden, quien quiere cuando le toca, y aquello que le interesa entre lo que queda en función de sus intereses y circunstancias personales.
Lo que ha hecho, y hace, que por la prueba se den tantas vueltas como se quiera, parciales o completas, más aún antes que ahora, y no solo los especialistas que se adjudican plaza, que son los que publica el ministerio, sino del orden de alrededor de tres veces más. Además los recirculantes por renuncia, que si que se acercan a los que eligen plaza, por la cuenta que les trae porque de lo contrario se quedan sin nada, pero los recirculantes especialistas, generalmente ya atados a un lugar y a una familia, se lo piensan dos veces para irse fuera de su radio de ida y vuelta, además de que no pueden elegir la misma especialidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario