... referencias de respuestas netas y posición en la distribución de resultados de un examen de 175 preguntas activas y una Nn de 14.766 presentados al examen.
Nota1.- Esta primera nota está escrita después de la 2ª.- y viene a cuento de un comentario leído en redes sociales sobre una indicación que le hacía alguien de dirigirse al blog como referencia para preguntar sobre algo. A la indicación contestaba diciendo que en el mismo había encontrado hasta el MIR 2018 lo que me llevó a pensar que interpretaba que faltaba la referencia del MIR 2019.
Pues bien, sirva como aviso para los que se pasan por aquí y son nuevos. Cualquier referencia sobre denominación de un MIR determinado, en este blog, se refiere al año o fecha de la convocatoria y no del examen. Por lo tanto el mal llamado MIR 2019 aquí se denomina MIR 2018.
El "denominado mundo MIR extramuros del B.O.E." se ha empeñado, por las razones que fueran, en denominar al MIR por el año de su examen. Pero no solo eso.
Al igual que eso se ha empeñado en denominar como puntos a las netas.
Al igual que eso se empeñó en denominar como expediente académico lo que fue un sistema de baremación o normalización por ponderación, de los méritos académicos y no solo del expediente académico, en una prueba de libre concurrencia de diferentes sistemas universitarios, y por tanto de diferentes sistemas de evaluación y calificación académica.
Con ello lo que han conseguido es llevarle la contraria a la denominación oficial, que tiene que ver con la naturaleza de las cosas, y no con la opinión personal.
Pues bien, esa confusión del lenguaje ha llevado a cambiar la naturaleza de lo que era una norma, baremar para ponderar y normalizar, e imponer otra que solo podrá afectar a la mitad de los concurrentes, los recientes egresados españoles, y al resto se le seguirá aplicando la anterior norma o vaya usted a saber como resolverán la cuestión. Ese cambio lo ha facilitado la utilización de una falsa nomenclatura que denominaba expediente académico a lo que era otra cosa.
Así pasa también por ejemplo con las netas que se les denomina como puntos. Curiosamente en las normas oficiales de valoración de la prueba las netas no existen y los puntos son otra cosa. El producto de transformar el valor particular del examen y del baremo expresados en dos escalas distintas a una común para que puedan sumarse. Eso son los puntos y no las netas.
Los puntos, sean los puntos finales de examen o los puntos finales de baremo académico, o los puntos totales como suma de ambos que expresan el resultado final de la prueba que se convierte en nº de orden, no son las netas.
Como tampoco la denominación de la convocatoria es la del año del examen. El examen es una parte de la prueba. No la única parte de la prueba.
Las netas no existen oficialmente. Fueron una creación de los preparadores, dentro de su contexto, para tener una referencia. ¿Por qué?
Para poder tener en cuenta una de las normas de valoración del examen. Aquella que asigna un valor negativo a la pregunta fallada. De esa manera se obvia el valor particular del examen expresando un tercio del mismo que son las netas.
¿Qué pasaría si cambia la norma de valoración de las preguntas falladas o qué pasaría si la fecha del examen cambiara, como han pretendido reiteradas veces los mismos que han conseguido, sin ningún cambio normativo que lo avale, que sea aceptada su propuesta de cambiar la mal denominada base 4 de expresar el expediente académico cuando era un sistema de ponderación de los méritos académicos en una prueba de libre concurrencia de diferentes procedencias de sistemas universitarios?
Para poder entenderse entre pares lo primero que se necesita es utilizar todos el mismo lenguaje. La misma nomenclatura. Unas normas comunes. En todo caso, por economía procesal y para no confundir, la que utiliza la convocatoria oficial. La única publicada en el B.O.E. Cuando a las cosas no se les denomina por su nombre terminan perdiendo su naturaleza. Lo que lleva a confundir opinión con análisis, apoderándose la opinión personal del análisis de la cuestión propio del método científico.
Nota2.- Volvamos a lo que fue Nota1 que tenía y tiene que ver con la entrada y la tabla que contiene la misma.-
A estas alturas de la película el examinador ha tenido que cerrar, o casi cerrar, el examen. Por no saber ni siquiera sabemos si es el mismo o no que años anteriores.
La dificultad de cada pregunta no es un parámetro absoluto identificable a priori. Para otear su comportamiento entre los examinandos el examinador solo tiene dos caminos, o una referencia calibrada previamente por los resultados de un examen previo en el que figuró la misma, o de forma intuitiva por parte de quien la redacte. Ambas son dos aproximaciones. Los examinados no van a ser los mismos y el momento tampoco.
La dificultad la identificaremos a posteriori como una proporción de aciertos. Ahí se verá el comportamiento del examinador y de los examinados. Cuanto más se acerque el ojo del examinador respecto del conocimiento de los examinandos, en cada pregunta, más discriminativas serán las mismas para separar a unos de otros respecto de su conocimiento. De tal manera que la máxima discriminación posible sería aquella en la que, en cada pregunta, se hiciera igual el resultado real respecto del esperado o probable en función del conocimiento de cada examinado respecto de todas y cada una de las preguntas.
Para elaborar la tabla he elegido dos extremos de dificultad entre los que moverme. Los he elegido sin una razón específica. Dos orillas de dificultad acotadas en el tiempo de los tres últimos años. El caudal del río puede desbordar el elegido o quedarse entre ambas orillas de dificultad elegidas. La dificultad que tendrá el examen es una referencia relativa más difícil de aproximar que el valor de Nn a estas alturas, ya que sabemos el número de admitidos. Al mismo le aplicamos una reducción estimada en función de comportamientos precedentes de la población y punto.
Así pues la incógnita de verdad es el parámetro dificultad. Que por cierto ni siquiera lo sabe el examinador más allá de la intención. Una cosa es esa intención y otra lo que consiga. Para acertar de pleno el examinador tendría que saber previamente el conocimiento de los examinandos y luego acertar con la dificultad de cada pregunta adecuada a ese conocimiento, de tal manera que el resultado de cada examinado en el conjunto de preguntas fuera diferente. Un resultado sin empates. Como eso no es posible al menos que sean los menos posibles para evitar in extremis los sorteos como última norma de desempate.
El domingo siguiente al examen, si hay correcciones del examen por parte de las academias, tendremos una aproximación de por donde ha ido la cosa con la media y mediana.
Así pues sirva la presente tabla como una referencia de posicionamiento entre dos supuestas orillas de dificultad y con una Nn determinada. Esperando que el cauce del río no se desborde.
Salud, saludos. Feliz Navidad y días de vacaciones. Al examinador acierto.
Nota.- Los tres turnos con los datos tintados en la tabla se corresponden, el primero tintado en azul oscuro supuestamente con el turno en el que se agotará el cupo, el segundo tintado en rojo supuestamente con el turno en el que se suspenderá el turno general para dar paso a la reserva efectiva del turno de discapacidad que generará un nuevo calendario de llamamientos mediante aviso, y el tercero tintado en negro con el turno en que supuestamente se agotarían las plazas. Cada uno de esos acontecimientos no se produciría necesariamente en el último nº de orden llamado en dicho turno sino en alguno dentro del mismo, nº de orden que no pretendo precisar ahora mismo.
Nota1.- Esta primera nota está escrita después de la 2ª.- y viene a cuento de un comentario leído en redes sociales sobre una indicación que le hacía alguien de dirigirse al blog como referencia para preguntar sobre algo. A la indicación contestaba diciendo que en el mismo había encontrado hasta el MIR 2018 lo que me llevó a pensar que interpretaba que faltaba la referencia del MIR 2019.
Pues bien, sirva como aviso para los que se pasan por aquí y son nuevos. Cualquier referencia sobre denominación de un MIR determinado, en este blog, se refiere al año o fecha de la convocatoria y no del examen. Por lo tanto el mal llamado MIR 2019 aquí se denomina MIR 2018.
El "denominado mundo MIR extramuros del B.O.E." se ha empeñado, por las razones que fueran, en denominar al MIR por el año de su examen. Pero no solo eso.
Al igual que eso se ha empeñado en denominar como puntos a las netas.
Al igual que eso se empeñó en denominar como expediente académico lo que fue un sistema de baremación o normalización por ponderación, de los méritos académicos y no solo del expediente académico, en una prueba de libre concurrencia de diferentes sistemas universitarios, y por tanto de diferentes sistemas de evaluación y calificación académica.
Con ello lo que han conseguido es llevarle la contraria a la denominación oficial, que tiene que ver con la naturaleza de las cosas, y no con la opinión personal.
Pues bien, esa confusión del lenguaje ha llevado a cambiar la naturaleza de lo que era una norma, baremar para ponderar y normalizar, e imponer otra que solo podrá afectar a la mitad de los concurrentes, los recientes egresados españoles, y al resto se le seguirá aplicando la anterior norma o vaya usted a saber como resolverán la cuestión. Ese cambio lo ha facilitado la utilización de una falsa nomenclatura que denominaba expediente académico a lo que era otra cosa.
Así pasa también por ejemplo con las netas que se les denomina como puntos. Curiosamente en las normas oficiales de valoración de la prueba las netas no existen y los puntos son otra cosa. El producto de transformar el valor particular del examen y del baremo expresados en dos escalas distintas a una común para que puedan sumarse. Eso son los puntos y no las netas.
Los puntos, sean los puntos finales de examen o los puntos finales de baremo académico, o los puntos totales como suma de ambos que expresan el resultado final de la prueba que se convierte en nº de orden, no son las netas.
Como tampoco la denominación de la convocatoria es la del año del examen. El examen es una parte de la prueba. No la única parte de la prueba.
Las netas no existen oficialmente. Fueron una creación de los preparadores, dentro de su contexto, para tener una referencia. ¿Por qué?
Para poder tener en cuenta una de las normas de valoración del examen. Aquella que asigna un valor negativo a la pregunta fallada. De esa manera se obvia el valor particular del examen expresando un tercio del mismo que son las netas.
¿Qué pasaría si cambia la norma de valoración de las preguntas falladas o qué pasaría si la fecha del examen cambiara, como han pretendido reiteradas veces los mismos que han conseguido, sin ningún cambio normativo que lo avale, que sea aceptada su propuesta de cambiar la mal denominada base 4 de expresar el expediente académico cuando era un sistema de ponderación de los méritos académicos en una prueba de libre concurrencia de diferentes procedencias de sistemas universitarios?
Para poder entenderse entre pares lo primero que se necesita es utilizar todos el mismo lenguaje. La misma nomenclatura. Unas normas comunes. En todo caso, por economía procesal y para no confundir, la que utiliza la convocatoria oficial. La única publicada en el B.O.E. Cuando a las cosas no se les denomina por su nombre terminan perdiendo su naturaleza. Lo que lleva a confundir opinión con análisis, apoderándose la opinión personal del análisis de la cuestión propio del método científico.
Nota2.- Volvamos a lo que fue Nota1 que tenía y tiene que ver con la entrada y la tabla que contiene la misma.-
A estas alturas de la película el examinador ha tenido que cerrar, o casi cerrar, el examen. Por no saber ni siquiera sabemos si es el mismo o no que años anteriores.
La dificultad de cada pregunta no es un parámetro absoluto identificable a priori. Para otear su comportamiento entre los examinandos el examinador solo tiene dos caminos, o una referencia calibrada previamente por los resultados de un examen previo en el que figuró la misma, o de forma intuitiva por parte de quien la redacte. Ambas son dos aproximaciones. Los examinados no van a ser los mismos y el momento tampoco.
La dificultad la identificaremos a posteriori como una proporción de aciertos. Ahí se verá el comportamiento del examinador y de los examinados. Cuanto más se acerque el ojo del examinador respecto del conocimiento de los examinandos, en cada pregunta, más discriminativas serán las mismas para separar a unos de otros respecto de su conocimiento. De tal manera que la máxima discriminación posible sería aquella en la que, en cada pregunta, se hiciera igual el resultado real respecto del esperado o probable en función del conocimiento de cada examinado respecto de todas y cada una de las preguntas.
Para elaborar la tabla he elegido dos extremos de dificultad entre los que moverme. Los he elegido sin una razón específica. Dos orillas de dificultad acotadas en el tiempo de los tres últimos años. El caudal del río puede desbordar el elegido o quedarse entre ambas orillas de dificultad elegidas. La dificultad que tendrá el examen es una referencia relativa más difícil de aproximar que el valor de Nn a estas alturas, ya que sabemos el número de admitidos. Al mismo le aplicamos una reducción estimada en función de comportamientos precedentes de la población y punto.
Así pues la incógnita de verdad es el parámetro dificultad. Que por cierto ni siquiera lo sabe el examinador más allá de la intención. Una cosa es esa intención y otra lo que consiga. Para acertar de pleno el examinador tendría que saber previamente el conocimiento de los examinandos y luego acertar con la dificultad de cada pregunta adecuada a ese conocimiento, de tal manera que el resultado de cada examinado en el conjunto de preguntas fuera diferente. Un resultado sin empates. Como eso no es posible al menos que sean los menos posibles para evitar in extremis los sorteos como última norma de desempate.
El domingo siguiente al examen, si hay correcciones del examen por parte de las academias, tendremos una aproximación de por donde ha ido la cosa con la media y mediana.
Así pues sirva la presente tabla como una referencia de posicionamiento entre dos supuestas orillas de dificultad y con una Nn determinada. Esperando que el cauce del río no se desborde.
Salud, saludos. Feliz Navidad y días de vacaciones. Al examinador acierto.
Nota.- Los tres turnos con los datos tintados en la tabla se corresponden, el primero tintado en azul oscuro supuestamente con el turno en el que se agotará el cupo, el segundo tintado en rojo supuestamente con el turno en el que se suspenderá el turno general para dar paso a la reserva efectiva del turno de discapacidad que generará un nuevo calendario de llamamientos mediante aviso, y el tercero tintado en negro con el turno en que supuestamente se agotarían las plazas. Cada uno de esos acontecimientos no se produciría necesariamente en el último nº de orden llamado en dicho turno sino en alguno dentro del mismo, nº de orden que no pretendo precisar ahora mismo.
PD.- Para ver con mayor claridad el tablón haz clik con el botón izquierdo encima del mismo, una vez se ha hecho más grande pon el ratón encima y aprieta el botón derecho del ratón. En el cuadro de diálogo que te sale haz clik en el que dice Abrir imagen en una pestaña nueva. Una vez se ha abierto una pestaña nueva en la parte superior, ábrela y pon el ratón encima. Te saldrá el signo (+) que significa lupa para aumentar el tamaño del tablón, haz clik con el botón izquierdo y tendrás mucho más legible el contenido del mismo.
Ya está disponible la Resolución Definitiva que confirma la fecha del MIR 2020 así como las Comisiones Calificadoras. En el apartado de Información General-Fecha del Examen de la pagina web de Formación Sanitaria Especializada.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarFeliz navidad
ha dejado de estar disponible la fecha de examen, otra vez pone estimada, yo me baje la resolución de fecha 23 de diciembre. en fin....
ResponderEliminarBuenos días. ¿Me la puedes enviar?
EliminarGracias