martes, 22 de agosto de 2017

Por detrás de la puerta grande...


La puerta grande, en sentido figurado, es la puerta del MSSSI que da al Paseo del Prado, 18 que ha sido hasta el año pasado por donde se salía con  la credencial de la plaza, y la denomino así frente a la puerta pequeña del MSSSI situada en la calle perpendicular Lope de Vega, s/n que es por la que se ha entrado de forma ordinaria para elegir dicha plaza.

Pues bien, antes de entrar por una y salir por otra, hay que pasar por la preparación del ejercicio de examen, que no solo es conocimiento médico general sino expresado en un formato determinado con unas normas de valoración que premian las respuestas válidas con (+3) y penalizan las respuestas erróneas con (-1). Siendo su resultado, valor particular del examen (VPE) el resultado de la ecuación VPE = (válidas*3 - erróneas), que expresado en respuestas netas sería el resultado de la ecuación Netas = VPE / 3

Supongamos ahora que el mejor cirujano plástico, que ya tendrá sus años, se presenta al MIR sin preparar el ejercicio... ¿qué resultado obtendrá respecto del que obtenga un notable recién egresado que lo haya preparado?... pues será con alta probabilidad menor...

Supongamos ahora que el mejor internista, que también tendrá sus años, se presenta al MIR sin preparar el ejercicio... ¿qué resultado obtendrá respecto del que obtenga un notable recién egresado que lo haya preparado?... pues resulta que aquí ya no es tan fácil contestar por razones obvias. Unos se atreverán a decir que el recién egresado, notable y preparado, y otros que el internista por su saber general.

Así pues, detrás de la puerta grande se esconde un proceso en el tiempo, la preparación del examen, que en ausencia de temario lleva a priorizar las materias más preguntadas y sobre todo las que más aportan al resultado final, y a entrenar el formato del ejercicio porque de nada sirve saber mucho si no sabes expresarlo en el formato que te lo preguntan a pregunta por minuto de media. Es decir, contestando con incertidumbre.

Aquellos que se dedican a preparar a los aspirantes buscan acercarse el máximo posible a lo que el examinador va a preguntar y a como lo va a preguntar. Tienen los cuadernillos del ejercicio de examen desde el año catapún, comportamiento diferencial del MIR español, de ahí saldrán aproximadamente la mitad de los conceptos que se pregunten el próximo MIR y eso no es casualidad. Ese comportamiento del examinador determinará una parte de la distribución de los resultados, ahí se juega el partido, ahí se va a producir la discriminación gruesa. La discriminación fina la producirán el resto de preguntas, siempre en un gradiente de dificultad e incertidumbre, con el tiempo pisando los talones.

Los que desconocen de qué va la cosa pueden pensar que eso de que la mitad o más de los conceptos del examen sean repetidos pueden pensar que eso es jauja y que todos acertarán, pero se equivocan. Los conceptos repetidos se reelaboran en una nueva redacción y aún así los mejores resultados no los acertarán al 100 % y a partir de ahí, en pendiente, hasta los peores.

El partido se juega también en la otra mitad de preguntas, y ahí el gradiente de dificultad se estira más hasta conseguir que la distribución total de resultados separe a unos y otros a la diezmilésima con ligeros empates que la entrada en acción del baremo académico se encargará de desempatar.

Pues bien... ¿cómo van ahora las cosas en la preparación cuando todavía no se han repasado todas las materias y todavía hay preparandos que no terminan todas las preguntas de cada simulacro?

De los datos que me llegan... las cosas van conforme a lo esperado, las netas son más altas que el año pasado, ahí están una parte de los repetidores y de los recién egresados.

Si lo miro en el percentil 90, es decir los que solo tienen por encima el 10 % de resultados la cosa pinta bastante más alta que el año pasado, si lo miro en el percentil 75 lo mismo pero algo menos, y si lo miro en la mediana, mitad de la distribución, la cosa pinta lo mismo pero algo menos, quedando aproximadamente 5 netas más que el año pasado. Si lo miro en el percentil 25 la cosa pinta también al alza pero algo menos. Vamos, todo para arriba como si lleváramos dos semanas de adelanto en la preparación y entrenamiento. Es el efecto de la mochila más cargada de partida.

Es decir, si no lo remedia el examinador, este año que viene volverá a haber hombrera en la delantera de la distribución de resultados. Contentos con las netas y descontentos con el nº de orden.

Sabiendo esto, controla tu estado emocional, su entrenamiento también forma parte de la preparación, y es la razón por la que escribo esta entrada.

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