Los resultados de la prueba MIR y la elección de
especialidades formativas, con referencia exclusiva a Medicina General, llevan
al analista a hacer una serie de consideraciones a la labor de las Facultades
de Medicina, pues no resulta lógico que, en el ranking que se deriva de la
prueba, sigan estando a la cola siempre las mismas.
ACTA SANITARIA.- 09/05/2013, Alberto Berguer
Por mucho que quieran decir los entendidos
académicos, la realidad es que, con o sin plan Bolonia, una Facultad de
Medicina de cualquier Universidad española tiene en el examen MIR, uno de los
principales factores de calidad para medir sus enseñanzas. Hablamos de una
prueba, aunque tenga que evolucionar y no por criterios políticos, en la que
compiten todos los alumnos del Estado que han terminado su Licenciatura en
Medicina; es la prueba más fidedigna para valorar el nivel obtenido entre unos
y otros.
Pueden subir la nota de corte, anular algunas
preguntas por estar indebidamente planteadas y puede pesar más o menos la nota
de la Licenciatura, pero el resultado final da una idea clara de las
diferencias de la enseñanza entre Facultades de Medicina. En este sentido,
hemos de preguntarnos lógicamente de una parte por el profesorado y de otra por
el peso de las distintas asignaturas, en lo que es su trascendencia para una
prueba de estas características.
Son muchos años de experiencia los que se lleva
haciendo el examen MIR, para que algunas facultades sigan en el rango de poco
éxito en el que se sitúan, sin ser capaces de superarlo. No sé si es la
política de elección del profesorado, que se prime la producción científica
mucho más que la evaluación docente objetiva; lo evidente es que dejan en un
segundo plano el fin primordial, que es el éxito de sus alumnos en relación con
los de otras Facultades.
Cuando vemos los resultados del examen MIR de
este año, una vez más las Universidades de Barcelona, así como la Autónoma de
Madrid, junto con la privada de Navarra, están a la cabeza, mientras que otras
como Santiago de Compostela, hace años bastante deficiente, han adelantado a la
todopoderosa Complutense de Madrid, que tampoco hay que olvidar que nunca ha
florecido entre las de mejores resultados. Por si fuera poco, lo que nos sobran
son Universidades y Facultades de Medicina, que superan todos los ratios de los
países más avanzados, con cifras de 0,87 por millón de habitantes, lo que
supone un gasto público innecesario y considerable, un escarnio para el
contribuyente y de muy difícil solución; pero aún así, no faltan provincias que
siguen irresponsablemente reclamando la suya.
Si la edad media de los MIR el pasado año era de
28,3 años, terminando la carrera con 24 años, ¿qué está pasando para que se
tarde tanto tiempo en entrar en una especialidad?, pues que casi la tercera
parte se había presentado antes y un cuarenta por ciento había obtenido plaza
de Medicina Familiar y se vuelven a presentar para intentar acceder a otra
Especialidad de su preferencia.
En este sentido llama la atención que esta faceta
profesional en la que se han volcado sus sociedades científicas, la
Administración desde hace años y las soflamas políticas, para potenciarla y con
ello disminuir los costos hospitalarios, no acaba de cuajar; nunca se ha
conseguido transmitir el crédito que se merece ante los estudiantes de
Medicina, para que vean en ella una dedicación interesante. Es lamentable que,
sí existieran plazas suficientes en otras especialidades, esta quedaría
prácticamente desierta año tras año.
Véase la
muestra en el presente con 250 plazas sin cubrir en la primera vuelta. Tal vez
una de las razones más importantes sea que el ejercicio profesional de los
Médicos Generales es frustrante; la masificación, los escasos tiempos de
dedicación que tienen para los pacientes y la desconexión y descoordinación con
los especialistas hospitalarios. Sin embargo, cuando los pacientes acuden a
nuestra consultas derivados por ellos, lo primero que apreciamos, en una gran
cantidad de casos, es la confianza que tienen en ellos y el peso de su opinión
en lo que les han dicho; una relación que en el caso de pacientes crónicos se
percibe casi como amistad.
Punto de vista en ACTA SANITARIA el día 06/06/2013 del mismo autor.-
Los misterios de los ministerios
Punto de vista en ACTA SANITARIA el día 06/06/2013 del mismo autor.-
Los misterios de los ministerios
Sin duda ha definido el problema de la medicina de familia en España: "...Tal vez una de las razones más importantes sea que el ejercicio profesional de los Médicos Generales es frustrante..."
ResponderEliminarLos estudiantes no somo agenos a ello, en las pocas prácticas que se hacen durante la carrera en medicina de familia, siempre asoma el mismo panorama: medicos desencantados no por su profesión, sino por el maltrato que reciben a todos los niveles. El estudiante llega a la consulta lleno de ilusión y vocación, y a ninguno le gustaría verse así en un futuro, lo cual se corrobora viendo la gran recirculación de medicos de familia en el examen MIR.
Gracias Gangas por tan apasionante trabajo, ahora que llega el momento disfruta de tu merecido tiempo.
"ajeno" :-)
EliminarBueno, al hilo del comentario anterior, me gustaría añadir algo; en todas las profesiones y en todas partes en general, las personas acostumbran a ser antipáticas, pienso que cuando les hacen un contrato de trabajo, deberían exigirles ser amables, y tener tacto en la atención. Y por su puesto me estoy refiriendo también a los médicos, y ahora que empiezan los nuevos residentes, ojalá al menos todos cuantos han pasado por el blog de gangas, hayan aprendido lo importante que es, saber atender con agrado, a cualquier duda o preocupación, y ellos hagan lo propio con sus pacientes. Estoy segura que se sentirán muy satisfechos por el trabajo bien hecho, y les resultará indiferente que sus otros compañeros de trabajo les menosprecien su labor. Muchas gracias gangas.
ResponderEliminarHola a todos; comento aqui mi caso por ser un claro ejemplo de residente que repite: escogí familia porque para mí era la especialidad que lo abarca todo; trato con el paciente, el entorno y su familia, hay que saber mucho de medicina general para que en breves minutos (una primera consulta de alguien que no habia venido antes le dedicabamos unos 7 minutos frente a los 20 de las otras especialidades, aprox)hagas un diferencial basándose en la entrevista, les pidas las pruebas complementarias si llegara el caso basándote en tu sospecha clínica o le das el mejor tratamiento y que no interfiera en la cantidad de fármacos crónicos que ya estaba tomando. Y todo esto con la amabilidad que todo aquel que esta enfermo desea para el.Cuando yo entré me encontré que por conflictos políticos el centro de salud que habia elegido carecia de tutor; yo no tenia la culpa pero habia que presionar por algun lado. Entre ellos se hablaban poco, con el hospital habia practicamente nula comunicación y el trabajo si lo hacia otro; mejor. No hacian sesiones clinicas porque estaban en lucha (contra el mundo?)incluso habia pacientes en otros cupos que se quejaban a la gerencia y esta, sin dejar hablar a los profesionales, les daban a los médicos una absurda reprimenda como si de alumnos de infantil se tratara.Mi docencia se basó en ir detrás de los médicos mendigando y peleando; estudiando en los ratos libres que tenia y cursos y masteres por mi cuenta. Y todo esto con amabilidad. De la formacion hospitalaria que nos dieron a los de familia ni hablo, porque eramos como la sombra de la sombra; solo en urgencias te querian para ver a cuantos más pacientes mejor y la supervisión...la super-visión nocturna que desarrollabamos!Y todo esto con amabilidad. Cuando terminé (y antes) lo tuve claro; no puede ser que despues de 4 años acabara tan hastiada, sentía que habian maltratado mis ganas de aprender...residente de quien?de que?asi que repetí el examen porque sigo teniendo ganas de trabajar y aprender y de quemarme las pestañas leyendo hasta las tantas el mejor tratamiento para un paciente...pero siempre que el ambiente donde desarrolle mi trabajo sea, por lo menos de trabajo, no de ignorancia hacia los residentes y frustración.
ResponderEliminarDesde mi humilde opinion personal ( y por tanto puede ser equivoca, y no deja de ser eso una opinion personal y circunscrita a mi experiencia), se juntan varios factores:
ResponderEliminarPor un lado tanto el que las sociedades de familia como las uds docentes tienden a incrementar el numero de plazas formativas ofertadas, cuando no son necesarios tantos residentes de familia, o al menos al terminar no te ofertan trabajo... motivos de ofertar tantas plazas (varios... )
Lo de ser la hermana pobre, no creo que influya en la frustracion, si te gusta la especialidad, no creo que eso se a lo que te queme, y que influya en el trato del paciente,el cual no tiene culpa del sistema, y si te gusta algo has de adaptarte a la situacion actual, la medicina nucna ha sido facil y hacer tu trabajo con mas o menos medios
sino mas bien lo que te frustra, son los contratos esporadicos en unas condiciones kafkianas, y el que te formen en diversas tecnicas para que luego no puedas llevarlas a cabo (espirometria, ecografia,...) dado que solo te contratan esporadicamente para urgencias extrahospitalarias y/o consulta de cuando en cuando, cada vez menos y con contratos de menor duracion
o que lo que es la razon de ser de un medico de medicina familiar y comunitaria, como su propio nombre indica, el tratar a la persona en su conjunto y en el dia a dia y en su entorno sea imposible, al ser un susutituto que solo va estar con el 2 o 3 dias...
vamos que hay muchas cosas mejorables
indudablemente siempre habra quien se ha metido en esto y lo que le gustaria seria otra especialidad, su unica opcion volver a presentarse al MIR...
formas de evitar esto, por ejemplo y de nuevo desde mi punto de vista
- ajustar la oferta y demanda de estudiantes de medicina a las plazas MIR posibles/existentes
- ajustar el numero de Plazas MIR al mercado y necesidades laborales, y no ofertar plazas por ofertar, para engrosar las listas del paro (tu segunda casa cuando terminas)o tener que emigrar a otro pais, con lo cual perdiendo un activo y unos recursos empleados en su formacion
en fin, solo es mi opinion
Del texto rescato lo ultimo y elijo quedarme con eso:
ResponderEliminar"Sin embargo, cuando los pacientes acuden a nuestra consultas derivados por ellos, lo primero que apreciamos, en una gran cantidad de casos, es la confianza que tienen en ellos y el peso de su opinión en lo que les han dicho; una relación que en el caso de pacientes crónicos se percibe casi como amistad."
Soy médico de familia. Hago 3-4 guardias al mes en AP. Vivo en un adosado con jardín y piscina. Tengo 20-25 pacientes al día (depende de las consultas sin cita) y tenemos tiempo para organizar visitas a domicilio, 2 sesiones clínicas a la semana, cirugía menor y enviar varias publicaciones a congresos y revistas. Por mi consulta no pasan las recetas de otros especialistas, ni sus partes de ambulancias ni visados.
ResponderEliminarNuestros residentes suelen ser de los mejores nº MIR de la provincia y sólo uno en los últimos 7 años se ha presentado nuevamente al examen.
¿El secreto? Una buena organización, desde arriba hasta abajo.
Hola!!a mi me gustaria hacer Familia. En que Hospital estas que preparais tan bien?jaja!!para cogerlo, porque me estoy preparando para el Mir 2014. La verdad que da pena que el sistema se cargue tu vocacion. Me aconsejariais que no elija Familia?
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