Enterrar y llorar a los muertos, buscar a los desaparecidos, atender a los afectados, admirar y apoyar a los que exponen su vida para evitar que la catátrofe sea mayor, gestionar la crisis... y tratar de aprender a convivir con la naturaleza ya que formamos parte de ella y no somos dioses sino criaturas... para todo eso necesitamos unos de otros...
A los trabajadores de la central nuclear que se estan irradiando intentando parar la catatrofe deberiamos dedicarles en cada pueblo y ciudad de nuestro querida España una calle para que nosotros, nuestros hijos y sus descendientes nunca olvidemos lo que esos maravillososseres humanos estan haciendo y poder compensar minimamente a sus familias con un pequeño gesto nuestro su gran gesto
ResponderEliminarcristina
Muy impresionante y triste lo que esta pasando con los hermanos japoneses... que dicho sea de paso la historia como a muchos países ha sido muy dura con ellos.
ResponderEliminarColaboremos con Cruz Roja y Medicos sin fronteras.... desde cualquier país que estemos, pongamos nuestro granito de arena, ya que ellos siempre estan presente en los desastres. Busque el número de cuenta en internet.
Ademas que hagamos un alto en nuesttras labores para pedir nuestras oraciones por ellos y para que la naturaleza no se ensañe con otros países ....
Es todo muy triste y algo muy bueno que podemos hacer es rezar por eles, para que Dios los pueda dar fuerzas para seguir luchando.
ResponderEliminarMis sentimientos por este suceso pasado en un país tan bello y tan sufrido.
Nosotros preocupados por si podremos elegir la especialidad y los trabajadores de la central nuclear irradiandose y dandonos una leccion excelente de humanidad.
ResponderEliminarQue incongruencia.un abrazo al pueblo japones
no es necesario que publique usted mi comentario, pero ha tardado más que el emperador en darse por enterado, cosa que no había ocurrido en catástrofes anteriores............¡simplemente pregúntese a sí mismo por los motivos!
ResponderEliminarFUERZA JAPON¡¡¡¡
ResponderEliminarÁNIMO A LOS 180 HÉROES¡¡¡
Anónimo dijo...
ResponderEliminarno es necesario que publique usted mi comentario, pero ha tardado más que el emperador en darse por enterado, cosa que no había ocurrido en catástrofes anteriores............¡simplemente pregúntese a sí mismo por los motivos!
17/03/11 17:10
Tienes razón, debí de subir antes el post.
...Creo que con tus palabras expresas un sentimiento muy universal ante lo sucedido, y lo que està sucediendo, en Japón aunque se escuche algunas voces poniendo el acento en cuestiones anti-esenciales. Ojalá se pueda, y se sepa, pensar y hacer todo lo que sí es fundamental cada vez mejor...
ResponderEliminarSaludos, arv
Esta catastrofe me ha dejado sin palabras. Se me pone la piel de gallina cada vez que veo una imagen nueva en los informativos. Gran leccion de entereza la del pueblo japones y de humanidad la de los tecnicos de la central nuclear. Todo mi apoyo y solidaridad con ellos. Por supuesto, tambien los tengo presentes en mis oraciones.
ResponderEliminarPara el anónimo de las 17:10
ResponderEliminarTodos hemos reaccionado tarde, o quizá con menos sensibilidad inicial; desde Obama hasta cualquiera de nosotros (incluídas la mayoría de ONGs). Pensábamos que la "superpotencia" y el "superdesarrollado "Japón era capaz y tenía recursos suficientes para afrontar la catástrofe y la desgracia. Ahora vemos que no es así. La naturaleza puede con todo lo imaginable. Y cada día tiene peor pinta. Pero no censuremos.
He oído en muchas ocasiones en varios blogs y foros que el día más importante de tu vida es el día en que eliges plaza de MIR.
ResponderEliminarPor favor, tan sólo hay que tener un poco de sentido común para darse cuenta que hay cosas miles de veces más importantes que una plaza de residente, que somos unos privilegiados.
Los verdaderos héroes son aquellos que están dando sus vidas para ayudar a los demás. Los trabajadores de la planta de Fukushima sí que son increíbles, unos seres humanos excepcionales y con pelotas.
Si de verdad es el día más importante de la vida de alguien, que lo sea para aquella persona a la que le salvó la vida el que alguien eligiese una especialidad determinada. Alguien que posteriormente estuvo allí bien formado, haciendo uno de los trabajos más bonitos del mundo.
Mi corazón con Japón.