domingo, 12 de abril de 2009

Y LUEGO NADA

Pasé por ti como una borrasca,
como una tempestad anunciada.

Pasé así, como una ráfaga de viento.
Obedeciste a tu ímpetu andariego,
obedecí a mi búsqueda de afectos.

Pasaste por mí como una ola que rompe
con su furia, de la noche, el silencio,
como una estrella que no da tiempo
a pensar en su forma, en su destino,
que deja su estela y nos quita el aliento.

Pasamos así, sin darnos cuenta...
de la quietud al desasosiego,
y luego nada... nada... solo silencio.



Teresa Aburto Uribe

2 comentarios:

  1. El silencio es un estado deseable para reencontrarnos con nuestros afectos.

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  2. El poder del silencio, donde están todas las palabras dichas y no dichas, ¡ójala! y llegase a ese silencio.

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