martes, 23 de septiembre de 2008

TEMPESTADES

En el fondo del mal el bien palpita;
el ánimo, enervado en los placeres,
cobra en la adversidad fuerza infinita,
y en el laboratorio de los seres,
todo que ha muerto, resucita.

La tormenta es presagio de bonanza;
del desengaño nace la experiencia;
de la duda, la ciencia,
y del triste infortunio, la esperanza.

Un espinoso arbusto da la rosa;
sale volando de la larva inerte,
como una alada flor, la mariposa;
brilla el iris en nube ennegrecida,
y bullen en el seno de la muerte
los gérmenes fecundos de la vida.

La gloria es grande, si la lucha es fuerte;
la estatua a golpes de cincel se labra;
la tierra, con el hierro del arado,
y el error, de su altar cae desplomado
al golpe inmaterial de la palabra.

El seno se desgarra al nacimiento;
la religión se prueba en el martirio;
la virtud es combate turbulento;
el genio, tempestad, fiebre, delirio.

Al soplo del simún crecen las palmas;
surgen de las borrascas las centellas;
del incendio, del caos, las estrellas,
¡y el amor, del incendio de las almas!


José Velarde (1849-1892)

3 comentarios:

  1. vaya, vaya, quien tiene tempestad en el corazon¿?
    aunque como dicen despues de la tormenta viene la calma o no¿?
    Gracias por compartir este poema.
    besotes

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  2. "La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo." Horacio

    Aunque tampoco conviene "apegarse" al infortunio y convertirse en una víctima.

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  3. Gracias a las dos por los comentarios.

    Los versos pertenecen a un poemario que lleva ese título y están extractados de él.

    Aunque me los aplico para mi, también quise compartirlos con los nuevos preMIRes que han comenzado ya o comenzarán en breve, pasarán por malos momentos, también por buenos, espero que les sirvan a ellos y también a mi, y también vuestros comentarios procuraré aplicármelos.

    Un abrazo para las dos.

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